Estela Eólica duplica su petición de parques al margen de la Xunta

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

05 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El escenario eólico gallego vive desde hace más de un mes su etapa más convulsa desde que en 1995 se instalaron los primeros aerogeneradores en el norte de las provincias de Lugo y A Coruña. La aparición el pasado día 9 de marzo de la firma coruñesa Estela Eólica despertó una gran curiosidad en el sector. La empresa, cuyos administradores únicos en el Registro Mercantil son José Luis Quintáns Pérez y Alberto Romero Pose, se unió a Endesa como la segunda compañía del ramo de las energías renovables que optó por puentear a la Xunta y solicitar directamente a Madrid sus parques eólicos (superiores a 50 megavatios), renunciando a una parte de la prima estatal.

Ahora, Estela Eólica dobla su apuesta. Si en marzo pidió dos parques de 52 megavatios cada uno en As Pedregueiras (entre los municipios de Negreira y Outes), y en Monte Golán (Laracha); la subdelegación del Gobierno en Lugo anunciaba ayer la solicitud de dos nuevas instalaciones de idénticas características (52 megavatios), una a caballo entre los municipios de Fonsagrada y Pontenova, denominada Chao do Caramelo, y otra entre Lourenzá, Trabada y Pontenova, en el monte conocido como O Acevedal.

La inversión anunciada por esta empresa inédita en el sector asciende por ahora a 257 millones de euros. La compañía comunica la instalación de 104 molinos aerogeneradores de tecnología Enercón, con una capacidad de producción individual de dos megavatios. Representantes de Estela Eólica han comenzado a contactar con los propietarios del suelo en los montes señalados. Fuentes de los comuneros afirmaron ayer que en algún caso se han presentado en nombre de Gaelsa, la sociedad participada por los empresarios gallegos Jove, Añón, Couceiro, Cortizo y Epifanio Campo. No obstante, esta compañía ha negado estar detrás de la petición a Madrid de parques eólicos al margen del concurso convocado por la Xunta.

Jugando con la prima

Este tipo de instalaciones superiores a 50 megavatios pierden inicialmente un 20% de la prima, porcentaje que es mayor a medida que se pida más potencia. Los parques más grandes, de 100 megavatios, parten con una prima un 80% menor que la de los aprobados por las autonomías.? En el caso de Endesa, se optó por renunciar al 20% de la prima en lugar de cederle un porcentaje de negocio a la Xunta, como obliga la Consellería de Industria en las bases del concurso público. Cuando Endesa se descolgó de las directrices del Gobierno gallego y optó por reclamar potencia directamente en la puerta del Ministerio de Industria, hasta cuatro compañías energéticas admitieron estar estudiando la misma estrategia. Sin embargo, ninguna de ellas optó por esta vía, a la que ahora se acoge Estela Eólica. Fuentes del sector sospechaban ayer que detrás de esta petición masiva de la firma coruñesa se oculta una voluntad de bloquear terrenos que podrían ser ocupados por otras eólicas dentro del concurso de la Xunta. Esta situación ampliaría la capacidad de negociación de Estela Eólica en el futuro.

Industria sigue sin pronunciarse respecto a las peticiones de Endesa, cursadas en el último semestre del 2007, ni por supuesto sobre estas nuevas de Estela Eólica. La Xunta fallará su concurso en septiembre.