El mercado está en gran parte dominado por micropymes con déficit tecnológico y que compiten en costes
10 feb 2008 . Actualizado a las 03:03 h.La gran mayoría de las comarcas gallegas ofrecen salidas laborales en las profesiones menos cualificadas y que tienen un valor añadido bruto por ocupado más bajo. Así consta en un informe territorializado que elaboró Traballo en el 2006 y que refleja, con rotunda claridad, lo que expertos y economistas denuncian desde hace tiempo. En Galicia persiste una estructura productiva dominada por micropymes con déficit tecnológico y cuya estrategia se basa todavía, en gran medida, en competir en costes. Gran parte de esos negocios operan en sectores que demandan poca cualificación, como la construcción y los servicios, lo que repercute en los salarios: las empresas de hostelería son las que peores sueldos ofrecen (613 euros brutos al mes de media). El estudio de la consellería revela, por ejemplo, que los camareros, los dependientes comerciales y los peones están entre las actividades laborales que gozan de una mejor ocupabilidad. Y eso sucede así en la gran parte del territorio, incluido el eje atlántico. «Ofrecemos a gran parte do traballo en postos mal pagados polas nosas características produtivas: os hosteleiros dirán que os seus empregados están ben remunerados, pero si fora así non marcharían a Canarias ou Cataluña», precisa Xosé Enrique Vázquez, profesor de Organización de Empresas en la Universidade de Vigo. La gran parte de las profesiones que aparecen en el estudio con alto grado de ocupabilidad no requieren una formación media o superior. Es decir, que los jóvenes mejor cualificados en Galicia tienen una difícil salida laboral, según los datos que maneja la Administración gallega. En el informe elaborado por el bipartito es raro encontrar profesiones como informático, consultor, ingeniero o economista. Fuentes del departamento del socialista Ricardo Varela han explicado que este estudio sirve para conocer al detalle las realidades comarcales y para poner en marcha soluciones que corrijan un problema «estructural» y «heredado», que «viene de lejos». «No se puede cambiar la estructura productiva en dos días: harán falta muchos años, pero para eso hay en marcha nuevas estrategias para la provisión de suelo industrial, que sea capaz de atraer industrias de alto valor añadido; y para invertir los nuevos fondos europeos en actividades vinculadas a la tecnología y al conocimiento», precisan en Traballo. Entre enero y septiembre del 2007, por ejemplo, Galicia solo fue capaz de captar 18 de los 6.700 millones de euros que las empresas extranjeras invirtieron en España.