Mientras la macroeconomía mantiene aún un ritmo holgado, con crecimientos superiores al 3%, la microeconomía no hace más que apuntar datos preocupantes en las últimas semanas. El último, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es que los hogares españoles apenas ahorran uno de cada diez euros que ingresan, debido tanto a su mayor consumo (un 5,1% trimestral), justo en una época en que la inflación ha alcanzado su cota más alta de los últimos 12 años -con una tasa interanual provisional del 4,3% en diciembre pasado-, como a su mayor interés por los fondos de pensiones, en los que han multiplicado por cinco su inversión entre septiembre del 2006 y el mismo mes del 2007.
Según los datos correspondientes al tercer trimestre del 2007, los últimos computados de manera oficial, la tasa de ahorro de las familias y las instituciones sin fines de lucro solo alcanzó el 4,8% de su renta disponible, un punto menos que doce meses atrás. Si se analiza lo ocurrido en ese período anual, el descenso se reduce a tres décimas y dicha tasa se sitúa en el 9,9%, cerca de su mínimo histórico. Se trata del mismo nivel que registraba entre julio y septiembre del 2006, por lo que para bastantes expertos se habría «perdido» un año, ya que las condiciones económicas serán, en principio, peores durante el 2008.
De hecho, la renta disponible de los hogares aumentó un 3,8% en ese tercer trimestre, con 5.714 millones de euros más que dejaron el saldo acumulado en 157.638 millones, cifra que representa más del 15% del producto interior bruto (PIB). La remuneración de los asalariados aumentó un 7,2% en esos meses, pero las rentas netas de la propiedad (intereses, dividendos,...) disminuyeron un 9,3%. Curiosamente, la suma que abonaron las familias por ese concepto aumentó cinco veces más de lo que lo hizo la cantidad recibida por ellas (35,8%, frente a 7,7%). También jugó en su contra el incremento del 21,4% en sus pagos derivados de los impuestos de la renta y el patrimonio.
Tras tres trimestres de descensos consecutivos en el ahorro, los hogares presentan unos números rojos importantes, con una necesidad de financiación de 17.170 millones de euros.
El panorama de las empresas, en lo que al ahorro se refiere, tampoco parece muy halagüeño: su necesidad de financiación alcanzó los 32.391 millones, representativa del 13,1% del PIB trimestral.
Por el contrario, las cuentas sí le fueron bien tanto a las Administraciones públicas como a las entidades financieras. El superávit público en el tercer trimestre llegó a los 21.205 millones (8,5% del producto interior bruto generado en ese período), cinco veces más que la capacidad de financiación registrada por bancos y cajas en el mismo período (4.028 millones).