Con la llegada de agosto, el Balonmán Lalín de Primera Nacional pone punto y final a sus vacaciones. El equipo regresa hoy al trabajo con las novedades de Alfredo Fernández al frente del banquillo, y con las ausencias de jugadores como Porto o Josiño, parte esencial de la escuadra rojinegra durante los últimos años.
Poco antes de las nueve de la noche la plantilla y Alfredo Fernández se reunirán en el Lalín Arena para esbozar la programación de pretemporada y poner en común los principios que regirán el trabajo del equipo durante la próxima campaña. «Vamos a hablar un poquito y a marcar las pautas de lo que quiero que se haga», señala el entrenador, satisfecho por disponer de una pretemporada larga que permitirá realizar un trabajo progresivo. «Vamos con tiempo, así que no tendremos que quemar etapas muy rápido, y no cargaremos demasiado a la gente, por lo que se evitarán más lesiones».
Aunque Fernández apuesta por comenzar con una intensidad baja, avisa que el trabajo será continuo, y siempre con balón en la medida de lo posible.
Más allá de la llegada del nuevo técnico, el factor plantilla es el más novedoso en este arranque de pretemporada. Las bajas de Porto, Josiño y Cristian son seguras, y Martín entra también en esa cuenta, aunque hay quién deja una puerta abierta a su continuidad en el equipo. En cuanto al capítulo de incorporaciones, los nombres llegan de la casa, puesto que Losón y Brais trabajarán a las órdenes de Fernández, al que también le gustaría contar con tres jugadores juveniles durante la preparación.
El que ya ha sido descartado es Carlos O Mexicano, que no estará en Galicia la próxima temporada, y por lo tanto no podrá sumarse al equipo.
Asumir las limitaciones
El entrenador rojinegro considera que la plantilla de la que dispondrá no será muy amplia, pero asume como propio el discurso del club de limitaciones económicas. Fernández sabe que si llega alguna incorporación más será gente del club repescada, o algún jugador que por circunstancias concretas se sume a coste cero. «No va a haber profesionales, y la premisa pasa por recuperar jugadores del club, y tener los pies en el suelo».
Las consecuencias que se derivan de esas restricciones son claras: «estamos limitados en número, y las bajas han reducido bastante nuestro potencial».
Habrá que esperar para ver la configuración final del equipo, pero el entrenador no desecha la posibilidad de reconvertir a algún efectivo; «vamos a ir viendo como reacciona la gente, porque tenemos tiempo para trabajar». Y es que el trabajo será precisamente la baza del BM Lalín.