El Embutidos Lalinense resurge con su mejor defensa y actitud

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LALÍN/LA VOZ.

A CORUÑA CIUDAD

12 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Embutidos Lalinense Balonmán Lalín volvió a sonreír. Tras tres semanas consecutivas de reveses y contrariedades, el cuadro dezano regresó a la senda de la victoria a costa del OAR Coruña, un equipo que a priori se presentaba como un hueso duro de roer, y cuya cancha no suele darse bien a los dezanos.

El triunfo 22-27 del BM Lalín en la ciudad herculina se gestó en una gran defensa rojinegra, y sobre todo en la actitud de lucha de la plantilla de Alberto Miguélez. La derrota de la semana pasada ante la Avilesina ha servido de acicate para los lalinenses, que ayer se sacudieron los temores y no dejaron margen para las dudas. Aunque la presión por ganar atenazó en el inicio a los rojinegros, no fue impedimento para que marcasen la pauta del choque desde el pitido inicial. La defensa sólida del Lalín permitió al Embutidos adelantarse en el marcador y llevar el partido con comodidad. Los rojinegros fueron siempre por delante cómodamente, aunque al final del primer tiempo dos errores defensivos, sumados a una mala selección de tiro, permitieron al OAR empatar 13-13.

Sin amedrentarse por la igualada, el Embutidos Lalinense salió a la pista en el segundo tiempo con ganas de matar el choque cuanto antes, y ofreció su mejor cara. El equipo dezano se veía cómodo y seguro de sí mismo gracias a su gran línea defensiva, reforzada por las buenas paradas de Carlos Durán. Esa solvencia en la retaguardia dio alas al ataque dezano, que aunque a veces se notaba precipitado en sus acciones, en líneas generales jugaba con criterio.

A falta de seis minutos para que finalizase el partido, y cuando el Lalín mandaba de cinco goles, el OAR apostó por una defensa individual que le permitió recortar a tres goles, pero que pronto fue superada por los visitantes, que aprovecharon también algunos fallos del cuadro coruñés. Al final, 22-27 en el marcador, y regreso del Embutidos al buen camino.

Valoración de Alberto

Satisfecho por el resultado, y sobre todo por la actitud del equipo. Así se mostraba ayer Alberto Miguélez tras ver cómo su plantilla se reencontraba con su juego y cortaba la sangría de puntos de las tres últimas jornadas. El entrenador valoró muy positivamente el juego rojinegro, «sobre todo a defensa e a capacidade para interpretar o seu xogo», a pesar de que considera que la presión por la victoria pudo pasar cierta factura al equipo en los primeros minutos. Para Miguélez el Balonmán Lalín «antepuxo a súa personalidade a todas as circunstancias e ao rival», y fue capaz de llevarse el partido a pesar de tener enfrente a un OAR exigente y peleón.

El entrenador del Embutidos destacó que su escuadra había sido capaz de recuperar las buenas sensaciones que generaba en el arranque del campeonato, y que lo mejor había sido la actitud constante de la plantilla. De poner alguna pega al partido, Miguélez apuntó al nerviosismo. «Igual estivemos algo nerviosos de máis», y explicaba que en varias fases del choque el Lalín había pecado de cierta precipitación a la hora de seleccionar los tiros.

Para Alberto Miguélez los dos puntos conseguidos en A Coruña «son moi importantes na clasificación, e máis fóra da casa. Ademais, servirannos para crer en nós mesmos», concluyó el preparador rojinegro.

El partido de ayer sirvió también para que Pincho regresase al siete lalinense. El jugador no se resintió de sus molestias lumbares, pero no pudo disputar los últimos minutos debido a una caída sufrida en un lance del juego.