El Embutidos Lalinense ya sabe lo que es ganar fuera de casa

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LALÍN/LA VOZ.

DEZA

26 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Embutidos Lalinense Balonmán Lalín ya sabe lo que es ganar fuera de casa. Aunque costó, y mucho, el cuadro de Alberto Miguélez se impuso ayer a la SAR de Redondela (26-29) en un encuentro de marcadores muy parejos. El juego del BM Lalín no brilló en su primer desplazamiento de la temporada, pero la entrega y la lucha de los dezanos, sumadas a su mejor actuación en ciertas facetas del encuentro, hicieron merecedores de los dos puntos a los rojinegros.

El Embutidos Lalinense viajó a Redondela sabiendo que tendría que dejarse la piel sobre la chanca, y lo hizo. En un partido con poco brillo, los de Alberto tuvieron que sobreponerse a los nervios iniciales de debutar lejos de casa, y a una afición que arropa fuerte a su equipo. Desde el minuto uno el choque se dibujó lento e igualado; basta revisar los parciales para comprobar que los rojinegros no consiguieron imponer el balonmano rápido y de contras del que disfruta. La SAR apostó por ralentizar el encuentro y lo consiguió, contagiando al equipo de Alberto de su ritmo. En el marcador, las ventajas, siempre mínimas, oscilaban para uno u otro equipo, hasta irse al receso con el luminoso 12-13.

Tras los minutos de descanso, el BM Lalín salió algo más enchufado al partido y consiguió tomar una ventaja que conservó hasta el minuto 40, cuando la SAR apretó y evitó que los dezanos se fueran en el marcador. Con el partido igualadísimo, y el crono bajando, en la recta final del choque Durán firmó dos paradas que dieron aire a su equipo, y que resultaron claves para que los dezanos confirmasen su ventaja, que a la postre sería de tres goles.

Valoración de Alberto

«Foi un partido moi trabado; eles querían lentitude e posesións longas, e conseguírono, contaxiándonos a nós tamén». Así definía Alberto Miguélez el partido de ayer en Redondela. El técnico, que reconocía que «non xogamos ben», se mostró satisfecho por los dos puntos conseguidos y por entender que su equipo había sabido luchar desde el minuto uno al 60. «Non nos desesperamos cando non nos saíron as cousas, e penso que foi un premio a ser un pouquiño mellores en cuestións concretas», detalló Miguélez. «A forzas iguais, nós estivemos mellor en ataque estático; as contras foron moi contadas, pero nós tamén estivemos algo mellores, igual que nos sete metros, que non erramos ningún». Durán detuvo tres penaltis a la SAR.