El BM Lalín venció al Porriño en los primeros 40 minutos del partido

L. G. C.

LALÍN

27 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Balonmán Lalín sumó ayer su primera victoria de la temporada. Lo hizo ante el Porriño, y con un equipo que mostró dos caras bien diferenciadas. Si la primera parte del encuentro fue con toda claridad para el Lalín, la segunda sacó los colores a los rojinegros.

El encuentro dio comienzo con un Lalín más que enchufado que en el primer minuto ya había firmado un parcial de 3-0 que prometía. El Porriño intentó frenar la avalancha dezana, y lo hizo por momentos, aunque a medida que fueron transcurriendo los minutos, el partido se decantaba para los locales. A los visitantes les costaba, y mucho, detener las acciones de ataque del Lalín, y además los pupilos de Alberto Miguélez plantearon una buena defensa que dio sus frutos arropada por un Carlos Durán que hizo paradas de gran mérito. Con la sensación de que el partido estaba en el bolsillo, y con el marcador 18-12, se fueron al descanso.

En el segundo tiempo el Lalín continuó con la dinámica de la primera mitad, pero solo durante los primeros compases del encuentro. Los de Alberto mantuvieron la serenidad defensiva y propiciaron ataques relativamente organizados que les permitieron hacer un parcial de 4-0 que los colocó con 10 goles de ventaja. A partir de ahí acabó el buen trabajo local. A los rojinegros, con un rédito tan amplio, se les olvidó defender y se les atragantó el cambio de estrategia visitante.

El Porriño modificó su defensa a una 5:1 que más tarde se convertiría en 3:3 y que destrozaría el ataque del Lalín. Con la defensa noqueada y sin saber administrar el marcador, los rojinegros se cegaron con ataques precipitados que apenas acabaron dentro de la red.

Valoración del técnico

Tras el encuentro, Alberto Miguélez valoraba como positivo los dos puntos sumados, pero lamentaba la recta final del partido que habían hecho sus jugadores. «Haberá que ver os 10 últimos minutos e que cada un saque conclusións», dijo en relación a la necesidad de reflexionar sobre lo vivido en la pista.