Hacer encaje de bolillos con el calendario es la única opción que les queda al Balonmán Buda Lalín y al Puerto Cruz tinerfeño de cara a establecer una nueva fecha en la que disputar el partido aplazado del pasado fin de semana. La imposibilidad de los dezanos de viajar a la isla por causa del temporal ha supuesto un importante varapalo para los dos equipos más allá de las molestias y contratiempos propios de un aplazamiento. Y es que ahora, el principal escollo que hay que superar, es buscar una fecha para disputar el encuentro.
El Puerto Cruz-Buda Lalín debería disputarse antes de que finalice la Liga, es decir, antes del 5 de abril, que coincide con el fin de semana anterior a Semana Santa. Las directivas de ambos clubs coincidieron al subrayar que «de aquí a Semana Santa no hay un solo fin de semana libre» en el que poder disputar el encuentro, por lo que de entrada habría que barajar otras opciones. Aunque el Buda Lalín tiene el fin de semana del 7-8 de marzo su jornada de descanso, esa fecha también parece descartada puesto que el conjunto tinerfeño se encontrará en esas datas jugando precisamente en Galicia, puesto que le toca visitar al Chapela.
Sin muchas más opciones en el horizonte, el único festivo que marca el almanaque de aquí a Semana Santa es la festividad de San José, el 19 de marzo, jueves. Los dos clubes estaban ayer a la espera de alguna comunicación por parte de la Federación: o bien estableciendo el propio ente la fecha elegida, o en el sentido de que sean los dos contrincantes los que se pongan de acuerdo. De cualquier forma, todo apunta a que la decisión no será nada fácil y que, a pesar de la buena disposición manifestada ayer por responsables de las dos entidades deportivas, alguno de los equipos saldrá perjudicado.
Entre las conjeturas que barajaban ayer en el club rojinegro estaba incluso la posibilidad de que la Federación permitiese disputar el encuentro en Semana Santa, puesto que el partido entre Puerto Cruz y Lalín no fue el único de la jornada que no pudo disputarse.
El plano económico
Al margen de las complicaciones deportivas, el presidente del Balonmán Buda Lalín, Jesús Aguión, se mostró confiado en que el aplazamiento del partido no suponga contratiempos económicos para el club, «posto que non foi culpa nosa o non poder viaxar, senón da compañía». Hay que recordar que el coste del desplazamiento a tierras tinerfeñas supone para las arcas rojinegras aproximadamente 8.000 euros, una cantidad más que relevante.
También en el plano económico, Aguión explicó que los números del club van por el camino previsto, si bien subrayó que el Balonmán Lalín continúa a la espera de recibir la subvención del Concello, establecida en 29.907 euros. El mandatario rojinegro explicó que el club ya tiene en su haber las restantes ayudas de las administraciones, y que está a la espera desde noviembre de la subvención del Concello lalinense, resuelta desde finales del mes de septiembre.