Alumnos del taller de empleo de Forcarei se asocian para cultivar productos de huerta y servirlos puerta a puerta
24 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Apenas cuatro meses después de su puesta en marcha, el módulo de horticultura del taller de empleo de Forcarei está empezando a dar frutos. Antes incluso de que hayan brotado las primeras hortalizas cultivadas por los alumnos, media docena de alumnos se han decidido a apostar por la horticultura como salida laboral. Asesorados por su monitora, Aurora Calviño, los trabajadores han emprendido un pequeño proyecto empresarial vinculado a la agricultura. Por el momento no pueden ofrecer cultivos ecológicos, ya que la tramitación de esta etiqueta exige complejos trámites que requieren un par de años de gestión. La pretensión de los promotores es, mientras no llegue el visto bueno del Consello regulador da agricultura ecolóxica, ofrecer productos de huerta de calidad.
Los alumnos han empezado ya a preparar sus propios terrenos para el cultivo. El siguiente paso será ensayar qué cultivos son los que mejor se adaptan a las condiciones climatológicas de Forcarei, que como zona de alta montaña, restringe la producción de huerta a cuatro meses al año. Repollos, puerros, pimientos y lechugas son algunas de las opciones que se barajan como cultivo.
Sistema de venta
Para comercializar su cosecha, los agricultores pretenden contactar con varias familias y ofrecerles una cesta semanal de productos de huerta variados de primera calidad. Este sistema de venta, que en principio se ensayará con un reducido número de familias, va dirigido a consumidores de las ciudades más próximas, ya que en el municipio forcaricense casi todos trabajan su propia huerta. Los productores servirán a domicilio la cesta semanal. En épocas de menor producción fresca, el lote podría incluir conservas de hortalizas, mermeladas caseras y otros productos envasados que los alumnos del taller de empleo también están aprendiendo a realizar.
Los 15 alumnos del módulo de horticultura trabajan estos días en el diseño de bancales que ocupan dos parcelas de 3.000 metros cuadrados en el barrio de A Ponte. Allí se ensayarán cultivos de fresas, patatas, pimientos, tomates, judías o coles. Cuando crezcan, el obradoiro organizará una jornada de visita a los bancales para dar a conocer su trabajo y ofrecerá una muestra de su producto a los visitantes para que comprueben su calidad.