Un misil a 120 kilómetros por hora

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El balón golpeado por Lassad frente al Celta recorrió 21,59 metros en 65 centésimas de segundo

15 nov 2011 . Actualizado a las 13:48 h.

Un misil a casi 120 kilómetros por hora fue lo que le dio al Dépor el triunfo frente al Celta el domingo. Un cálculo aproximado de la distancia y el tiempo que tardó en superar la meta el balón sirve para determinar que el proyectil enviado por Lassad alcanzó una velocidad de 119,5 kilómetros por hora. Es dificíl pensar que Riazor hubiera visto antes un disparo a esa velocidad que acabara en gol.

Si tenemos en cuenta que la distancia entre la portería y la media luna del área es de 20,15 metros y que Lassad chutó desde algo más de un metro de aquella, a lo que hay que añadir la altura que alcanzó el esférico, se consigue la distancia aproximada que recorrió el balón. Un total de 21,59 metros en 65 centésimas por segundo. Una sencilla operación aritmética da como resultado que la velocidad fue de 33,21 metros por segundo, lo que convertido a kilómetros por hora da 119,57.

Y es que desde que el balón salió de las botas del francotunecino apenas dio tiempo a pestañear a los espectadores. El propio futbolista se quedó perplejo cuando vio el vídeo del gol. «En el campo no era consciente de que el balón iba tan rápido. Cuando lo vi después por la tele me di cuenta de que fue un golazo. El gol más importante de mi carrera y uno de los más bonitos que he marcado», explicó horas después de la hazaña el nuevo héroe de Riazor.

Un chut que, a pesar de que ser realiza a menor distancia, supera el zambombazo que dio la primera Copa de Europa al Barcelona en 1992 y que está casi a la par del que marcó Roberto Carlos con Brasil en el Mundialito de 1997 frente a Francia. Un gol que será recordado en la historia de los derbis y del deportivismo. Un tanto que se coció con un robo de balón de Laure y que Lassad no se pensó ni dos segundos en fabricar: «En cuanto vi que me llegaba el balón, ni me lo pensé, quería darle con toda la fuerza que aún me quedaba. Y le di», recuerda.

Un tanto que ha servido para que la hinchada le perdonara 70 minutos para la desesperación y que él lo agradeció celebrándolo con la grada: «¿Con quién sino iba celebrarlo? Con ellos, que han estado allí animando todo el partido».

Un día especial

Porque Lassad sabe lo que este encuentro significaba para la hinchada: «Desde que descendimos el día del Valencia la gente no ha parado de decirme que había que ascender y ganar al Celta, pues bien, ahora ya hemos ganado al Celta».

Y en un momento tan importante en su carrera deportiva como este, el francotunecino no quiso olvidarse de dos compañeros con los que pugna cada semana por un sitio en la convocatoria y en el once inicial: Riki y Bodipo. «Lo fui a celebrar con Riki porque es un fastidio lo que le pasó y además se lo dedico a mi amigo Bodigol, que antes del partido me dijo que iba a marcar y al final tuvo que ver el partido desde la grada».

Así reflexionó el delantero blanquiazul un día después, un futbolista que el domingo fue capaz de proyectar un balón a una velocidad aún distante de los 180 kilómetros por hora que estableció Bebeto como récord coruñés de velocidad de disparo en la Domus, pero que le ha dado al deportivismo la mayor alegría de los últimos años.