Bruno Gama tiene un mes para regatear al quirófano. Cuando ayer saltaba al césped de Abegondo, un rictus optimista reflejaba un avance en la recuperación de la rotura parcial de su tendón del adductor medio de su cadera derecha. Sin embargo, en pleno ejercicio con el grupo y el balón, sintió una fuerte molestia que le llevó al suelo. Tras ello, se levantó de nuevo, arrojó su peto y se echó la mano a la cadera.
Después de una reunión que duró más de una hora y en la que participaron los miembros de los servicios médicos del club presentes en Abegondo, el diagnóstico se transmitió mediante un breve comunicado en un papel: «Bruno Gama sufrió una recaída de la rotura parcial del tendón del adductor medio de su cadera derecha. Para intentar conseguir una cicatriz más resistente y evitar así la necesidad de una intervención quirúrgica, se va a iniciar un tratamiento con ondas de choque y plasma rico en factores de crecimiento. En cuatro semanas, el futbolista será sometido a un nuevo examen médico para evaluar la eficacia del tratamiento conservador aplicado».
Ese es el período de tiempo del que dispone el centrocampista del Deportivo para evitar prolongar una ausencia que se inició el 14 de agosto, a los 27 minutos del Teresa Herrera contra el Sevilla. Entonces pidió el cambio aduciendo molestias en la ingle y en la zona abdominal. La rotura de su tendón le mantuvo al margen del grupo hasta fechas recientes. El luso estaba entrando en la dinámica del grupo e incluso se anunciaba su reaparición como inminente.
Sin embargo, esta recaída obliga a Oltra a esperar para comprobar si las expectativas generadas con la llegada del exjugador del Rio Ave son adecuadas a su rendimiento.
Ni los médicos del Deportivo ni Bruno Gama quisieron abundar en su situación actual y, desde ayer, queda solo esperar acontecimientos y observar la respuesta del futbolista a las ondas de choque y los factores de crecimiento.
En la jornada de ayer, dos de los lesionados que todavía se encuentran en plena fase de recuperación, Riki y Manuel Pablo, continuaron con sus ejercicios personalizados al margen del grupo, dentro y fuera del césped de Abegondo.