El gallego hizo gala de una gran frialdad para quedar tras el húngaro Attila Vajda
20 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.David Cal, con un tiempo de 4:04 y a un segundo de la victoria, inauguró el medallero español en el Mundial de piragüismo con la plata en C-1 1.000 metros, que además le asegura su clasificación para los Juegos Olímpicos 2012. De hecho es el primer piragüista nacional en conseguirlo, ya que el K-4 masculino y femenino y el K-2 1.000 se convirtieron en las grandes decepciones de la jornada, quedándose sin billete olímpico.
«La carrera iba a ser lenta. Había que aguantar un poco más de lo habitual porque si vas al final un poco justo de fuerzas el viento en contra te penaliza mucho más», declaró el gallego, protagonista de un disputadísimo final con el campeón olímpico y mundial de la prueba, el húngaro Attila Vajda, quien además contó con el extra de competir en casa.
Serenidad e inteligencia
Y esa precisamente fue la clave del éxito de Cal. Su frialdad. Supo leer la carrera a la perfección, saliendo con calma y haciendo gala de una gran sangre fría que le permitió acabar la carrera entero. De hecho, el uzbeko Vadim Menkov, hasta ayer campeón mundial, «salió muy fuerte», ya que «suele hacer este tipo de carreras».
«Yo iba a mi ritmo, cómodo, y vi que estaba tercero, que el cuarto venía cerca y como el objetivo era conseguir la plaza olímpica, aunque por una parte me apetecía estar un poco más adelante, estaba tranquilo porque la clasificación estaba asegurada», reconoció.
«Vi la remontada del bielorruso, pero tampoco me preocupaba porque yo aún tenía cambio y tampoco me preocupaba porque él estaba remontando desde atrás y estaría más fatigado que yo», reveló el español a la finalización de la prueba. «Aguanté hasta donde pude y empecé a subir. Quizás un poco antes de tiempo, eso nunca se sabe, pero llegué muy fuerte al final, me igualé con Attila, pero él aguantó más y no pude con él», añadió.
Dedicatoria especial
Una plata mundial que David sabe muy bien a quién dedicar. «Ha muerto Amando Prendes, entrenador de los Gorilas de Candás, y un hombre muy querido por todo el piragüismo español, al que yo también le tenía mucho aprecio, así que a él quiero dedicarle esta medalla», señaló.
España, con dos opciones de clasificación olímpica en juego, solo aprovechó la del gallego, subiéndose al poderío del que ha sido su referente internacional desde Atenas 2004. David Cal se ha permitido ser el único canoísta del mundo capaz de tutear a Vajda en los metros finales de una apasionante regata, con un público en estado de éxtasis. Ambos reeditaron el duelo que ya libraron en la final olímpica de Pekín.
Quienes no han obtenido su propósito han sido los integrantes del K-2 1.000, el asturiano Javier Hernanz y el palentino Diego Cosgaya, que han ocupado la séptima posición en una final en la que la clasificación para Londres era para los seis primeros.