Con luz y taquígrafos

A CORUÑA

09 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A poco que presten atención a las informaciones que llegan del mundo del balón, los aficionados encuentran diariamente motivos para la conversación. No por el valor de esos temas, que ni temas son pues no pasan de ser historias nada creíbles. Un ejemplo: el presidente del Santander presume de tener sobre la mesa los nombres de 42 entrenadores para elegir el sustituto de Marcelino. Ese presidente trata de demostrar que a él no le preocupa la marcha del técnico, pues le sobran entrenadores. Justo al revés de Cerezo, quien recurrió a Manzano para que vuelva a sentarse de nuevo en el banquillo del Atlético.

Varios presidentes viven acostumbrados a pasar por encima, tapando los problemas que agobian a sus clubes. Es un recurso tan censurable como repetido en algunos mandatarios, entre ellos el del Deportivo, acostumbrados a través de los años, a ir por libre marginando a la masa de seguidores a quienes solo se les tiene en cuenta a la hora de poner a la venta los abonos, o de advertirles que «apenas quedan entradas para el partido con el Madrid, o el Barcelona», algo que el olfato del seguidor ya le tenía advertido con anterioridad. También la rutina de celebrar reuniones disfrazadas como ruedas de prensa (?) con representantes de algunos medios y después no referirse con claridad a la situación real de aquellos problemas más acuciantes que pesan sobre el club, son comportamientos que no pueden satisfacer a los socios del Deportivo, relegados de unos años a esta parte a la simple condición de abonados para tener derecho a asistir a los partidos. Aquella histórica frase de «Luz y taquígrafos» pidiendo claridad, fue borrada hace tiempo en las llamadas «asambleas» del club coruñés.