Cincuenta y dos árbitras sufren los fines de semana el machismo que rodea al mundo del balón
05 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Cada día se preparan físicamente, acuden a los cursos de reciclaje, se conocen las reglas del juego, disfrutan del fútbol e imparten justicia como sus compañeros. Pero a los ojos de los demás son diferentes. Cincuenta y dos árbitras colegiadas en Galicia sufren el machismo de un deporte, el fútbol, en el que muchos no terminan de abrirles las puertas de par en par. A los insultos, amenazas y menosprecios que habitualmente padecen los colegiados en los diferentes campos, se añade un plus de mofa en el caso de las mujeres. Cada vez sucede menos, pero aún es una realidad, tal y como ellas mismas relatan.
Cincuenta y dos mujeres están afiliadas en la actualidad al Comité Gallego de Árbitros. De ellas, solo una actúa, como asistente, en categoría nacional. Las pruebas físicas son, en la mayoría de los casos, su principal enemigo a la hora de igualar a los hombres.
iria rosendo
«Se nota mucho el machismo». Hija de Rosendo Calvar, ex colegiado de Segunda División, Iria Rosendo sufre el sexismo en el fútbol base de Pontevedra. «Escuchas de todo. Aunque los insultos son algo más bien aislado, sí que se nota mucho machismo. Frases como ?esto no es para ti? están a la orden del día. Cuando escuchas algo fuerte intentas aguantar como puedes, pero sí que te hace daño».
Pese a lo que tiene que aguantar en los partidos, Iria Rosendo dice que «las satisfacciones compensan con creces los malos momentos» y explica que «muchas veces hay gente en el campo que se encarga de defenderte cuando escuchan algún insulto».
alicia andrás
«Antes era peor». En Vigo pita Alicia András, colegiada de Primera Autonómica que lleva siete años en el arbitraje. Su experiencia le dice que, poco a poco, tanto futbolistas como dirigentes y espectadores se van acostumbrando a ver mujeres dirigiendo encuentros y que la normalidad empieza a ser un hecho. Sin embargo, sí que observa actitudes machistas en los partidos.
«Antes era peor que ahora. Al principio, como éramos pocas mujeres, te criticaban más, pero ahora ya te van aceptando», explica.
Entiende que, aun cuando no debería ser así, escuchar insultos va ligado al arbitraje y destaca que «vives con eso y no le das importancia, porque a los chicos también les dicen de todo». No obstante, sí que escucha muchas veces «comentarios machistas como ?vete a casa a lavar, que estarás mejor que aquí?». Pese a todo, nada le quita la ilusión por seguir y presentarse este año al curso de ascenso a Preferente.
andrea vieites
«He recibido más insultos sexistas de mujeres que de hombres». En Santiago, Andrea Vieites es otra de las heroínas del arbitraje gallego. Asegura que nunca ha pasado miedo en un campo y que siempre se ha sentido respetada por los jugadores. Otra cosa es el público, «aunque nada que [la] asustara», aclara. En lo que a la afición se refiere, curiosamente, Andrea Vieites asegura que ha recibido «más insultos sexistas de mujeres que de hombres».
lucía de luis
«Hace dos años, la mujer de un jugador me empujó estando yo de espaldas a ella». Ourense es, junto con Vigo, la delegación gallega que más mujeres tiene adscritas (17). Entre ellas está Lucía de Luis Martínez, que cumple su cuarta temporada en el arbitraje. A diferencia de otras compañeras, la ourensana sí que ha sufrido alguna agresión.
«Hace dos años, la mujer de un jugador me empujó estando yo de espaldas a ella», recuerda la colegiada, que asegura que sufrió secuelas de aquella agresión durante algún tiempo. Llegó incluso a presentar una denuncia, que acabó en pacto entre las partes. «Hace dos semanas también tuve que suspender un partido por invasión del terreno de juego por parte del público, aunque no llegó a haber más problemas».
A mayores, Lucía de Luis sostiene que los insultos «son el padrenuestro de cada día para los árbitros y, si eres mujer, peor». Y explica que comentarios como «vete a seguir chu... a los del otro equipo» o «vaya par de tetas que tienes» son habituales.
Pero como de todo se aprende, la ourensana dice que estas experiencias le han servido para «fortalecer el carácter y tener más sangre fría».
Zulema gonzález
«Desde que levo pitando, solo oí insultos machistas en dos campos». La fenesa Raquel Ortega Orge lleva un año y medio arbitrando y, hasta ahora, no ha vivido experiencias demasiado desagradables. «Desde que llevo pitando solo oí insultos machistas en dos campos», relata. Por ello cree que la animadversión que le muestra la grada no es por su condición de mujer, sino de árbitro: «Mis problemas son los mismos que los de mis compañeros árbitros hombres», añade. No obstante, sabe que otras compañeras sí han sufrido, como Raquel Ortega, supuestamente agredida la semana pasada, a la que manda ánimo y pide que no deje el arbitraje por este incidente.
Zulema gonzález
«Muchos se preguntan si no hay hombres suficientes para que tenga que pitarles una mujer». El arbitraje en Galicia en los últimos años ha estado ligado al apellido González. Zulema es sobrina de Bernardino (el que fue colegiado internacional y actualmente delegado en Primera y Segunda División y observador de la UEFA) y sigue la tradición familiar.
Aunque solo tiene 18 años, lleva seis actuando como colegiada o asistente, durante los que afirma no haber vivido ninguna situación límite. Sí que ha escuchado comentarios sexistas, aunque les resta importancia. «Muchos se preguntan si no hay hombres suficientes para que tenga que pitarles una mujer», relata, aunque explica que cada vez oye menos comentarios ofensivos: «Ahora la gente está más concienciada y nos respeta más», reflexiona la joven árbitra ourensana.
Reportaje elaborado con la colaboración de Paulo Alonso, Manuel G. Reigosa X. R. Castro, Andrés Rivas y Maite Rodríguez