29 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El descaro con el que Lendoiro utiliza el Deportivo en beneficio propio y el de su familia no tiene parangón. El tema del sueldo, sin ir más lejos, es un ejemplo diáfano de cómo actúa el actual presidente del club. Lendoiro cobra cada año el 1% del presupuesto que se aprueba en la junta de accionistas. Hay que aclarar que es el propio Lendoiro el que lo elabora y que, hasta la fecha, estos presupuestos son aprobados con la delegación de acciones que el propio Lendoiro dice tener. De hecho, en la última junta acreditó 12.741 euros en títulos propios. Poca cosa frente al casi millón setecientos mil que dijo tener delegados. Tales apoyos nunca fueron demostrados, pero le sirvieron igualmente para controlar las asambleas.

En resumen: Lendoiro se lo guisa y Lendoiro se lo come, en lo que es un modus operandi absolutamente inmoral. Sobre todo, cuando año tras año se demuestra que los presupuestos que él hace no se corresponden con la realidad. Y que el principal beneficiado de sus erróneas previsiones es su propio bolsillo. Resulta curioso comprobar cómo discute hasta el último euro a los futbolistas que se van del club mientras él ni se plantea devolver los 136.000 que se ha embolsado fruto de sus previsiones al alza. Sería un detalle invertir ese dinero y los 750.000 de otros años en fichar un goleador, que bien lo necesita el Dépor. O dedicarlo a seguir pagando deudas, o a cualquier cosa más decorosa que engordar su cuenta corriente a costa del Deportivo.