Una adolescente entre motores

Marta Mancebo REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Con solo 15 años, Silvia Rivas será la única mujer participante en la prueba del campeonato gallego de supercrós que se celebrará el sábado en el circuito de Carral

25 ago 2010 . Actualizado a las 02:12 h.

Silvia Rivas (Meis, 1994) no nació a los lomos de una moto, pero casi. Su gusto por el motor y las dos ruedas comenzó, fundamentalmente, gracias a la afición de su padre por este deporte. Con apenas 10 años se montó por primera vez a una y ya no se ha bajado. En poco tiempo ha logrado desenvolverse en un mundo destinado casi exclusivamente a los hombres y, este fin de semana, se enfrentará de nuevo al reto de ser la única mujer que compita, con cerca de una veintena de pilotos, en la última prueba del campeonato gallego de supercrós que se celebrará el sábado en el circuito Manu Pérez, de Carral.

Como suele pasar, los inicios de esta jovencísima piloto no han sido fáciles. «Es complicado enfrentarte a un deporte en el que solo compiten hombres. Ellos tienen más fuerza que yo, pero aún así me gusta más competir con chicos. Ellos se pican mucho si les adelanta una chica y eso anima mucho la competición», asegura la joven piloto.

Para llegar a donde se encuentra ahora, Silvia ha tenido que renunciar a algunas de las cosas propias de su edad. El hecho de tener que compatibilizar la vida de una chica de 15 años con los duros entrenamientos de un piloto de supercrós no resulta sencillo. «Es difícil compaginar los entrenamientos con los estudios y los amigos, pero todo se consigue con un poco de sacrificio», afirma Silvia.

El día a día de la única mujer piloto del campeonato gallego se completa con duros entrenamientos en los que prepara cada prueba. «Hay dos partes de entrenamiento. Una, en el circuito, como si se tratase ya de la carrera, intentando mejorar los saltos y apurando cada curva. Detrás de ese trabajo está el entrenamiento físico, que es lo más importante -aclara-, ya que es la manera de ir formando el cuerpo para aguantar mejor la carrera».

Obligada a competir en las categorías masculinas en el ámbito autonómico por ausencia de la modalidad femenina, el salto al nivel nacional es el objetivo prioritario. «Realmente lo que me apetece es poder participar más allá de un campeonato en el que solo pueda enfrentarme a hombres», asegura la joven de Meis. Aunque actualmente la piloto se sitúa en el octavo puesto de la clasificación general del campeonato autonómico, su máxima aspiración es ir abriéndose paso en el torneo nacional. «El campeonato gallego sirve más bien como preparatorio para el nacional. Después de la prueba que se disputa en Carral, empezaré a centrarme realmente en las pruebas del campeonato de España», afirma Silvia.

Por si fuera poco, la joven ha participado, además, en alguna prueba del mundial. «Es un mundo distinto, enfrentarte a 40 chicas en el circuito me resulta extraño. Además, hay un nivel muchísimo más alto y las pilotos tienen mayor respaldo económico», concluye Silvia.