El australiano se ha visto obligado a cambiar su caja de cambios y es penalizado con cinco puestos.
13 jun 2010 . Actualizado a las 18:40 h.Lewis Hamilton trataba de empujar su coche sobre el asfalto de Montreal. La imagen era engañosa. Más bien paradójica. Porque Hamilton acababa de levantarse contra la dictadura de Red Bull. Mark Webber y Sebastian Vettel se habían repartido todas las poles de este Mundial. Hasta ayer. Aunque, en ese empeño de volar sobre el circuito Gilles Villeneuve, Hamilton agotó el combustible y se dio un paseo en el coche de seguridad para regresar a boxes por orden de su equipo. McLaren necesitaba que quedara algo de gasolina en el MP4-25 para el obligado examen de los comisarios. Y el piloto fue multado con 8.300 euros por dejar su monoplaza en la pista.
Vettel, a pesar de su tercera plaza, no disimulaba cierta decepción por su doble derrota. Cedió ante Hamilton y ante Webber, su enemigo íntimo. Como en Turquía, otra vez se encontrará a rebufo del australiano. La situación dirá si los responsables de Red Bull han apagado las chispas del choque de Istambul Park. Sin embargo, Webber tendrá que salir sexto al ser penalizado con cinco puestos por tener que cambiar su caja de cambios.
Fernando Alonso se mostraba sonriente después de acabar cuarto, porque por fin había vuelto a codearse con sus grandes rivales, y al final saldrá tercero por la sanción de Webber. Hamilton se sintió en casa. Las dos anteriores poles de Montreal son también suyas. Ayer se dio una inesperada vuelta del triunfo en el safety car . Quizás se precipitó. Porque los Red Bull de Webber y Vettel, segundo y tercero, partirán hoy ( 18.00 horas, La Sexta ) sorprendieron al usar neumáticos duros en la Q3, los mismos que deben utilizar en la salida. Tardarán más que sus rivales directos en realizar su parada. Hamilton y Alonso deberán arrancar con gomas blandas y este circuito las desgasta con voracidad.
Michael Schumacher, que ha probado reiteradamente el sabor del triunfo en Montreal, ayer sufrió los rigores del asfalto canadiense. Se quedó fuera de la Q3, a la que accedieron los Force India. El Gilles Villeneuve, siempre impredecible.