El Meridiano Alicante se acerca a la permanencia gracias a su gran acierto en los triples y en el rebote
12 abr 2010 . Actualizado a las 10:28 h.El Obradoiro perdió en Sar (65-91) ante el Meridiano Alicante, que era uno de sus rivales directos en la lucha por la permanencia. El cinco santiagués, en una de sus peores actuaciones, en una mañana para olvidar, en una jornada triste y con lágrimas, firmó su sentencia y empezó a despedirse del sueño ACB.
De entrada, Curro Segura sorprendió con la titularidad de Maxi Stanic, que recibió una gran ovación en el primer balón que tocó, y de Galarreta, que con Paul Davis formaron un quinteto inusual.
El partido comenzó con una canasta de Galarreta, pero pronto contestó el Meridiano Alicante con un triple de Katelynas. Stanic también acertó desde larga distancia, pero los levantinos estuvieron más finos en el tiro.
Terry salió muy motivado, muy enchufado en el partido, pero no fue suficiente para frenar a un Alicante más activo bajo los tableros (catorce rebotes por ocho de los obradoiristas en el primer cuarto). En este aspecto, Andriuskevicius fue el jefe en la pintura. Acabó el partido con trece rebotes en deciocho minutos y medio.
Cuando Paul Davis entró en juego (fue el mejor de los locales), el Obra reaccionó e igualó el marcador (12-12) a falta de cinco minutos, pero dos triples consecutivos de Katelynas y Erdogan descentraron a los compostelanos (12-18).
En los instantes finales del primer cuarto el Obra no encontró su sitio en la pista y los continuos cambios de Curro Segura no mejoraron las prestaciones ofensivas del equipo.
El segundo cuarto fue más igualado. El Alicante logró mantener la ventaja y el Obra no se dejó intimidar. Sin embargo, los locales fueron incapaces de marcar el ritmo del juego y cada vez que intentaban acercarse en el marcador los tiradores visitantes ponían las cosas de nuevo en su sitio.
Segunda parte
Tras el descanso, el Obra fue a peor. Inició el parcial con una canasta fácil y que calentó el ambiente, pero los triples de Avdalovic y Erdogan rompieron a los compostelanos en poco más de dos minutos, alcanzando el Alicante una clara renta (39-55).
Entonces, Terry salió al rescate del Obra. Anotó dos triples casi seguidos y acercó a su equipo en el luminoso (45-57). La afición empezó a cantar su nombre para motivar al americano. El cinco santiagués controló un poco mejor los tiempos del partido, pero sin ser capaz de recortar las diferencias.
En defensa faltó agresividad e intensidad, debajo de los tableros no apareció casi nadie (cuarenta y cinco capturas de los levantinos por veintitrés de los de casa) y en ataque se echaron en falta los triples de Vasileiadis, porque Damir Rancic no tiene la misma muñeca. Desde la línea de 6,25 tampoco manejaron bien la situación Bulfoni y Alfonso Sánchez. Solo mantuvo el tipo Stanic en el primer cuarto.
De este modo, se entró en la fase definitiva con clara ventaja de los levantinos: 58-71. El Obra tenía que darlo todo en los últimos diez minutos para seguir con vida en la ACB. Y Segura apostó inicialmente por Stanic, Bulfoni, Galarreta, Manzano y Davis, los encargados de intentar la remontada y conseguir el milagro.
Sin reacción
El último experimento empezó fatal. En tan solo dos minutos el Alicante alcanzó una amplia renta (diecinueve puntos) y puso al Obra contra las cuerdas. Los gallegos no anotaron en los cinco primeros minutos del cuarto final (Manzano rompió la sequía), pusieron el navegador con dirección a la Leb Oro y la afición, cansada de tan pobre espectáculo, comenzó a resignarse y a pedir la dimisión de Curro Segura (algunas voces también la de José Ángel Docobo).
El Meridiano Alicante alcanzó una ventaja de veintiséis puntos (58-84) y el Obra, roto, sin iniciativa y totalmente descompuesto, se entregó. Dejó morir segundo a segundo un sueño que apenas duró unos meses.