Nikola Milos fue el gran triunfador de la noche, pues el técnico cangués es el responsable de haber despertado a este equipo. Tras el encuentro el croata declaró que «el equipo tenía cualidades, pero hacía falta trabajarlas para explotarlas al máximo».
Milos cree que este triunfo servirá para el equipo vuelva a creer en sí mismo. «Este era el día D y lo hemos aprovechado. Son más que dos puntos. Ahora hay esperanzas y tenemos que seguir así», comentó.
La cara opuesta de la moneda fue el entrenador del Octavio, Quique Domínguez, que no se creía que los suyos hubiesen podido hacer un encuentro tan pésimo: «Más que la derrota lo que duele es como hemos perdido. No encuentro ninguna explicación a lo sucedido teniendo en cuenta lo mucho que nos estamos jugando».
El técnico pontevedrés añadió que «es imposible cometer más errores de los que hemos tenido hoy, esto debe ir a la escuela de como no se debe jugar al balonmano», concluyó malhumorado.