El Pilotes no cierra la Liga con la sensación de juez ni con el ansia de ejercer de vecino. El cuadro vigués quiere despedirse con un triunfo esta tarde (18.30 horas) en Alcobendas pero nada más. Quique Domínguez considera que el Teucro está descendido desde el sábado pasado cuando perdió con el Cuenca aunque pontevedreses y madrileños compartan los mismos 15 puntos. Su teoría estriba en la dificultad del partido teucrista, en el Palau ante el Barcelona.
«Sinceramente para mí el descenso está consumado, por mi cabeza no pasa que el Teucro pueda ganar en Barcelona, sería un milagro, y en ese caso si que dependerían de su resultado, pero el descenso del Teucro se consumó la semana pasada cuando perdieron con el Cuenca», comentó el técnico pontevedrés del cuadro vigués. No obstante, desde Pontevedra Pillo aún confía en el milagro, un empate podría servir, y en la alianza entre gallegos.
Sin esa presión, el Pilotes quiere despedir el año con un buen sabor de boca. En lo que será una tarde de despedidas, Quique Domínguez espera un bonito colofón: «Tenemos ganas de acabar bien, de ganar y salir con un buen sabor de boca».
Para conseguirlo deben neutralizar el partido eléctrico que propondrá el Alcobendas: «Ellos en su casa son muy agresivos, tratan de poner un ritmo muy alto de juego, corriendo mucho e intentan que el equipo contrario se meta en esa vorágine, por eso nosotros debemos tener el control de juego en cada momento y sobre todo estar mentalizado para ese ritmo alto que ellos te obligan a jugar».