«Es una gran recompensa tras abandonar Galicia muy joven»

Juan Villar

DEPORTES

La jugadora viguesa recibió el galardón a la mejor pívot del Europeo: «Cuando dijeron mi nombre no me lo podía creer»

15 dic 2008 . Actualizado a las 12:27 h.

Begoña Fernández Molinos (Vigo, 22 de marzo de 1980) es una de las jugadoras que ha integrado la selección que ha conseguido el mayor éxito en la historia del balonmano español. La Voz la localizaba apenas media hora después de haber recibido el premio como mejor pívot del Campeonato de Europa. Todavía no se lo creía.

-¿Se esperaba el premio?

-Qué va! Para nada. No me lo podía creer. Yo estaba tan tranquila viendo quienes eran las jugadoras que formaban el equipo de las estrellas del campeonato cuando de repente pronunciaron mi nombre y no me lo podía creer. Es una gran alegría.

-¿A quien se lo dedica?

-A toda mi familia sobre todo, que siempre ha estado ahí para apoyarme y a la gente que ha confiado en mí todos estos años que he estado lejos de casa.

-Y es que se fue con 18 años para fichar por el equipo que llevaba varios años ganándolo todo en España, el Osito de Valencia. ¿Este europeo colma la apuesta que hizo en su día?

-Sí. Es la recompensa a todo el sacrificio que he realizado tras abandonar Galicia, la familia y los amigos muy joven. Estar lejos de casa es muy duro. Cuando llegué a Valencia con 18 años y me vi rodeada de aquellas buenísimas jugadoras, me preguntaba qué hacía allí. Pero ha compensado.

-¿Como ve el balonmano gallego femenino desde la distancia?

-No sé. Son ya diez años lejos. Hay gente allí que me ha ayudado mucho, en el equipo en el que empecé a jugar, el Ría de Vigo, que ya no existe, y después en el Porriño. Ojalá Galicia tuviese un equipo en División de Honor.

-¿Como sabe esta medalla de plata?

-Increíblemente bien. Es un gran éxito. A ver si sirve para se hable más de nosotras, que nos tienen muy abandonadas, tanto en los medios como la Federación.

-Una pena no poner el broche de oro...

-Noruega es la mejor selección del mundo. Lleva años demostrándolo. Les plantamos cara en un primer tiempo muy buena, pero después se despegaron y acabamos relajándonos un poco la verdad, quizás debido al enorme desgaste físico que hemos tenido en el campeonato.

-¿Cuales han sido las claves para el éxito?

-Quizás que formamos un grupo muy unido, lleno de alegría, que salimos a dar el cien por ciento en cada partido. Además tenemos unos entrenadores muy buenos.

-¿Se puede esperar que esta generación le siga dando alegrías al balonmano español?

-Eso espero. Yo creo que puede ser. Ojalá no se quede todo aquí. Sería importante ir hacia arriba.

-¿A nivel personal como se plantea el futuro?

-Lo más inmediato es intentar ganar títulos con mi actual equipo, el Itxako de Navarra.

-¿Le queda mucho balonmano en el cuerpo?

-Tengo 28 años y pueden pasar muchas cosas. Pero ahora mismo vivo el día a día, no me lo planteo. Quizás hasta que el cuerpo aguante.

-¿Volverá a Galicia?

-Por supuesto. Es mi tierra y es lo que estoy deseando.

-¿A qué se dedicará cuando deje el balonmano?

-He estudiado auxiliar de clínica en técnicas de laboratorio y espero seguir esa rama.