El Comité de Árbitros planea acciones legales contra el técnico del Ourense

Pedro J. Barreiros

DEPORTES

Los colegiados podrían denunciar al técnico ante Competición, Antiviolencia y la Justicia ordinaria

04 oct 2007 . Actualizado a las 03:43 h.

El entrenador del Ourense, Manolo Tomé, puede pagar muy caro sus declaraciones contra los últimos arbitrajes a su equipo. José García Cabreros, presidente del Comité Gallego de Árbitros, anunció ayer que estudiará junto al asesor jurídico de la institución si las palabras de Tomé vulnerarían la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, o si hasta constituirían un delito de amenazas o de injurias. «La opinión es libre, pero lo que no se puede es insultar o incitar a la violencia contra nadie», señaló García Cabreros.

Al término del partido del pasado día 22 contra el Celta B en O Couto, Manolo Tomé criticó en la Radio Galega las decisiones del lucense Corral García. «Un árbitro que realizou o que fixo aquí eu creo que é para linchalo, pasa noutro campo e línchano», afirmó. Estas manifestaciones podrían estar contempladas en la mencionada Ley contra la violencia en el deporte, que impone multas de 60.000 a 650.000 euros en caso de infracciones muy graves. El texto legislativo señala que éstas serían «la realización de declaraciones a medios de comunicación en cuya virtud se amenace o se incite a la violencia o a la agresión a los participantes en competiciones deportivas, así como la contribución significativa mediante tales declaraciones a la creación de un clima hostil o que promueva el enfrentamiento físico entre quienes participan en competiciones deportivas o entre las personas que asisten a las mismas».

En opinión del máximo responsable de los colegiados gallegos, su institución estudiará las manifestaciones y no descarta presentar sendas denuncias ante el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol y la Comisión Antiviolencia. Incluso podría acudir a la Justicia ordinaria. «Hay que actuar con la cabeza fría. Cuando se produce una agresión ya advertimos a nuestros árbitros que no vayan a denunciar de inmediato, que hay seis meses para hacerlo, porque después las decisiones administrativas tienen que esperar por las sentencias judiciales y éstas pueden dilatarse mucho en el tiempo. Así que vamos a estudiar con detenimiento los pasos a seguir, pero claro que pase lo que pase podemos ir al juzgado a posteriori», señala García Cabreros.

El técnico, lejos de enmendarse, una semana después volvió a quejarse de la labor del colegiado coruñés González Arévalo en el Pontevedra-Ourense. De nuevo en los micrófonos de la radio autonómica, Tomé afirmó: «Eu a verdade síntome coma un talibán en Guantánamo, sentímonos todos no Ourense, parecemos talibáns en Guantánamo. O que me preocupa a min é que aquí pódese falar contra o Rei, fálase contra o que sexa, agora, coidado de falar contra os árbitros».

Aunque Corral García y González Arévalo rechazaron hacer públicas sus opiniones sobre las declaraciones del entrenador del Ourense, José García Cabreros señaló que las polémicas manifestaciones reflejan un claro desprecio por la labor arbitral. «¿Alguien ha oído a algún colegiado quejarse por los malos planteamientos de Tomé en sus partidos? Y eso que yo soy entrenador de nivel dos, pero nunca se me ocurriría meterme en sus tácticas o decirle a un futbolista que si tiene que pegarle con el empeine en vez de con el interior, pero de los árbitros todo el mundo habla, especialmente cuando los resultados no acompañan», apunta.