La narradora norteamericana inauguró en 1989 la moda literaria del «thriller» histórico y logró triunfar en todo el mundo. Ahora regresa con «El fuego»
14 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Cuando Katherine Neville era una niña que iba al colegio en su Misuri natal, odiaba cada minuto que pasaba encerrada en las asfixiantes aulas. Era principios de la década de los cincuenta, y aquella niña miraba por la ventana, fantaseando con escapar, correr libre por los campos, subir a los árboles y vivir aventuras. Algo de ese sueño infantil se cumplió cuando se hizo mayor. Trabajó como modelo, fotógrafa, consultora e ingeniera informática en Europa, Estados Unidos y el norte de África. Y acabó subiéndose a un árbol. Muy poca gente sabe que El ocho , el éxito mundial que en 1989 inauguró la arrolladora moda del thriller histórico y despachó diez millones de ejemplares en todo el mundo, fue escrito en una casa-árbol en Sausalito (California).
-¿Qué fue de aquel árbol?
-Pues sobrevivió. De hecho, hace unos meses conocí a un señor argelino en una presentación de libros. Hablamos y resultó que había comprado la propiedad en la que escribí la novela, y había restaurado la casa-árbol.
-Una coincidencia feliz, teniendo en cuenta que aquel libro transcurría casi todo en Argelia.
-¡ Serendipia es mi palabra favorita! Me hizo tanta ilusión que le pedí que me alquilara la casa. Voy a escribir en ella mi próxima obra.
-Esperemos que no se demore tanto como «El fuego». Un millón y medio de españoles que compraron la primera parte llevaban veinte años esperando a saber qué ocurría con el ajedrez de Montglane.
-Lo sé, y lo siento. Han ocurrido muchas cosas en mi vida. Cada vez que intentaba ponerme a escribir ocurrían cosas a mi alrededor y en el mundo que hacían que la escritura se retrasase más y más. No quería culpar al proceso de escritura de lo malo que me sucedía a mí.
-Diez millones de ejemplares de la primera parte vendidos en todo el mundo pueden comprar mucho tiempo.
-Creo que es una cifra exagerada [Nota: no lo es. De hecho se queda corta por varios cientos de miles]. En cualquier caso todavía no comprendo por qué El ocho ha tenido tanto éxito. No era más que una novela de aventuras más. Una búsqueda a lo largo del tiempo y del espacio. Cierto es que su estructura era muy original, distinta, con los cortes temporales y la doble acción en la Revolución francesa y en la Argelia de principios de la década de los setenta.
-Un esquema que se repite, con algunas variaciones, en «El fuego».
-También es una novela con una doble línea temporal, aunque es más rápida y concisa que la anterior. En la novela ha influido mucho la alquimia -más que la ciencia, que era el Leitmotiv más repetido en la primera parte-. Hay un buen número de personajes históricos que buscan desesperadamente el misterioso ajedrez de Montglane, como Carlomagno, Isaac Newton, Lord Byron y Napoleón. Pero la acción se centra en Xie, una joven maestra de ajedrez hija de Catherine Velis, protagonista de la primera novela. Xie tiene que afrontar de nuevo el Juego , la persecución de las piezas del ajedrez que posee un secreto terrible capaz de acabar con la humanidad.
-Y que da pie a la invasión de Irak?
-Esa es una de las explicaciones que se dan en la novela. El hecho de que un personaje buscase en Bagdad las piezas de mi ajedrez legendario es tan creíble como que Bush buscase armas de destrucción masiva, ¿no?
-Aznar y él dicen que les falló la documentación. Algo que es improbable que le ocurra a usted.
-¡Nunca! Comencé a leer sobre alquimia cuando tenía 15 años. Han pasado unas cuantas décadas de acumular libros. Ahora tengo más de siete mil, aunque ya no están ordenados por colores, como solía tenerlos antes.