La ventaja del papel prensado «es que ?se puede fabricar en cualquier país y además es reciclable»
10 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.«Los arquitectos están demasiado ocupados en construir monumentos». La sentencia es de Shigeru Ban, un arquitecto que en los últimos años se ha distinguido por encontrar en el papel una solución constructiva para conseguir viviendas rápidas y baratas tras una catástrofe.
En la segunda jornada de los Encontros, el arquitecto japonés dio un repaso a su carrera como especialista en el reaprovechamiento de materiales, comenzando por una exposición del arquitecto y diseñador Alvar Aalto en la que decidió «utilizar papel prensado porque la madera era un poco redundante».
Desde ese momento, la carrera de Ban quedó marcada por la posibilidad de construir aprovechando elementos preexistentes. Explicó el caso de las casas mueble, que aprovechan los elementos imprescindibles de una vivienda como armarios o bibliotecas y los convierten en los distribuidores interiores. El material es fácilmente reutilizable y, según el arquitecto, «no necesita de carpinteros o trabajadores profesionales».
Según Shigeru Ban, la ventaja de la construcción reciclada es que «resulta económica, reduce la necesidad de mano de obra, es rápida y evita la generación de materiales nuevos».
Para el arquitecto, este tipo de construcción requiere otra actitud por parte de los profesionales. «No se trata tanto de dibujar edificios como de ir a los lugares a ver cuáles son las necesidades, y decidir en función de ellas y de las posibilidades existentes».
Por este motivo, Ban elige el papel como materia prima de las edificaciones para después de las catástrofes. «El papel lo hay en casi todo el mundo y puede ser prensado por empresas cercanas al lugar de la catástrofe». Según Ban, es un tipo de material que se adapta bien a distintos climas y «es fácil de reciclar cuando ya no es necesario mantener la construcción». El arquitecto explicó en su intervención que en los últimos años «los arquitectos están muy ocupados con los monumentos y no se han ocupado de las necesidades de la gente corriente, ni de intervenir para ayudar en caso de catástrofes».
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