Su apellido invita a la concordia, la misma que pregona en su profesión
26 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.En esta entrevista podrá comprobar que Celestino Amigo (Santiago, 1962) no es un frío y racional funcionario sino un renacentista del siglo XXI. Acaba de cumplir su tercer año como secretario del Ayuntamiento de Oza dos Ríos. Pocos viven con tanta pasión su labor de despacho.
-Se las prometía muy feliz, pueblo pequeño, tres mil habitantes, vida tranquila... y llega la Coca-Cola a instalarse aquí.
-Es una operación compleja, pero no significa que sea complicada. Hay armonía entre los dirigentes de Begano y del Concello. El trabajo más importante, los instrumentos de desarrollo, está por llegar. El primer paso fue la definición del convenio y me tocó plenamente. Hubo que definir las grandes pautas. Luego llegó la modificación puntual, que nos obliga a trabajar con Medio Ambiente. Pero en la práctica distorsiona mucho más una denuncia de recuperación de un camino mal documentado que un proceso urbanístico de esta naturaleza.
-¿Es importante que el alcalde y el secretario se lleven bien?
-Institucionalmente es clave. ¿Personalmente? Como todo en la vida. Cuanto mejores sean las relaciones personales, pues mejor. Si cada uno sabe estar en su papel, me parece que no es muy complicado. Yo les digo siempre a los alcaldes: «Te doy mi opinión y luego si quieres la destrozas», así es más productiva. En general creo que es conveniente que el alcalde y el secretario se lleven bien.
-No muy lejos de aquí hay alcaldes que se han quejado abiertamente de haber sido «torpedeados» por su secretario.
-Una de las ventajas que tiene la función pública es la supuesta inmovilidad, con la contrapartida que no tienes paro ni defensa. Y si se demuestra una prevaricación al día siguiente estás en la calle. La función pública se ha desprofesionalizado mucho. Hay un problema de actitud. Lo que más me gusta de la profesión es darte a la gente. Acabas haciendo de los ciudadanos gente a la que conoces personalmente. Eso tiene sus riesgos, pero también sus satisfacciones.
-¿Le genera úlceras?
-No. Pero creo que el 95 por ciento de los compañeros compartirán que es una profesión sumamente dura, te llevas los problemas para casa, estás constantemente sometido a la presión del plazo, y a veces a la disyuntiva de que no compartes el criterio político, lo que te duele mucho. La primera complejidad en los ayuntamientos pequeños es que también somos interventores.
-¿Qué tal se lleva usted con el secretario del Ayuntamiento de Cesuras?
-Pues magníficamente porque además compartimos muchos proyectos, Cesuras y Oza se han unido para una serie de servicios. Pero, ¿por qué esa pregunta?
-Por la que viene a continuación: si se fusionaran ambos concellos, ¿recelarían unos funcionarios de otros?
-La incorporación de los interventores en los ayuntamientos de más de cinco mil habitantes supone una gran descarga. Pero por otro lado, tienes a un profesional de tu misma cualificación con el cual tienes que entenderte. Ha habido fricciones, celos, pero también experiencias de colaboración. Creo que si se fusionan dos ayuntamientos habría que mantener a los dos secretarios.
-¿Dónde está entonces el ahorro?
-Supongo que sería una plaza a extinguir donde se podrían bifurcar porque hay un derecho adquirido.
celestino amigo secretario del ayuntamiento de oza dos ríos