La oposición abundó ayer en sus críticas contra la subida de las tarifas del bus aprobadas el viernes por el gobierno local. La socialista Yoya Neira, anterior responsable de Movilidad, mostró su «rechazo absoluto» a que esta subida se realice de forma lineal, incrementando en cinco céntimos tanto el billete ordinario (que pasará en enero de 1,15 a 1,20 euros) como en el bonobús general y el social, del que se benefician parados, pensionistas y estudiantes. «El transporte público es un elemento de igualdad, hay que proteger las tarifas sociales que utilizan colectivos que requieren un plus de protección», apuntó la edila.
Para Neira, que reclamó al gobierno local que mantenga congelada la tarifa social «como hizo el gobierno socialista desde septiembre del 2007», la subida del precio del bus «va a ir acompañada de un empeoramiento del servicio motivado por la retirada del carril bus».
La edila se mostró favorable a que se pueda revisar la fórmula con la que actualmente se calcula la subida del billete, una opinión compartida por el portavoz del BNG, Xosé Manuel Carril, que fue más allá y pidió al gobierno local que realice una auditoría sobre las cuentas de la Compañía de Tranvías, concesionaria del servicio, y el funcionamiento del mismo, como en Nostián.
Entiende Carril que con la fórmula actual la empresa «ten un auténtico negocio a costa dos usuarios e do Concello» y subrayó que el año pasado la empresa repartió dos millones de euros en dividendos a sus accionistas, por lo que iniciarán una campaña informativa para denunciar la subida del billete.
«Que dejen la tarifa social congelada y empiecen a hacer la política social que tanto predican»
Yoya Neira
«Hai moita cara dura, tanto por parte do goberno local como da Compañía de Tranvías»
Xosé Manuel Carril