Antonio González Marín, presidente de Adif, visitó ayer las obras de construcción de la línea de alta velocidad que unirá Santiago y A Coruña procedente del Ourense, y que entrará en servicio el próximo 10 de diciembre. Durante su recorrido, supervisó la nueva electrificación que se ha instalado, así como las estaciones que habrá durante el recorrido, que estarán ubicadas en Ordes, Cerceda-Meirama (ambas son de nueva construcción), Uxes y A Coruña.
Según explicó, en el tramo que va desde la capital gallega hasta la urbe coruñesa se ha realizado una mejora integral de la línea existente, con duplicaciones de vía y variantes sobre el trazado anterior, donde también se ha llevado a cabo la electrificación de los 62 kilómetros que separan ambas ciudades.
Trece kilómetros menos
Gracias a esta actuación, el recorrido se ha reducido en casi 13 kilómetros con respecto al que ya existía, y la nueva línea -con doble vía- dispone ahora de 17 túneles (que suman 20.2 kilómetros), y 10 viaductos (2,8), que representan el 35,4?% del trazado. De estas construcciones destacan especialmente por su longitud los túneles de Nemenzo (3.177 metros), Meirama (3.468), Bregua (2.993) y el viaducto de Valiñas (744).
Por lo que respecta al sistema de electrificación, se utilizará el mismo mecanismo de alimentación que en el resto de líneas de alta velocidad, lo que permitirá ampliar las distancias entre las subestaciones de tracción, situándolas aproximadamente a 60-65 kilómetros una de la otra, con el consiguiente ahorro.