Momentos antes había robado joyas y otros enseres en otras dos viviendas
03 oct 2011 . Actualizado a las 12:13 h.Un hombre entró en la noche del sábado en tres chalés de la Zapateira, y huyó al ser sorprendido en el interior de una de las casas por sus propietarios. No trascendió el botín que logró el ladrón, aunque fuentes próximas a la investigación señalaron que en una de las viviendas había conseguido hacerse con un importante número de joyas.
Todo apunta a que el supuesto ladrón llegó a la travesía Cornisa, en la urbanización Montegolf, sobre las nueve de la noche. Pasados unos minutos fue cuando accedió al primero de los chalés asaltados. Se encaramó a un balcón y al tejado, a unos cuatro metros de altura. Después entró por la ventana de una de las habitaciones que los dueños de la casa habían dejado abierta.Ya en la estancia revolvió todo, dejando la habitación patas arriba, según indicaron fuentes próximas a la investigación. Allí había relojes, un ordenador y otros aparatos electrónicos, pero al hombre solo le interesaron las joyas.
Todo apunta a que desde la ventana del chalé que acababa de asaltar observó que otra de las viviendas unifamiliares, ubicada en la calle Albatros, también tenía las ventanas abiertas. No se lo pensó dos veces y accedió a esta otra vivienda. A pesar de que también buscó y revolvió varias estancias de la casa, al parecer el botín logrado en esta ocasión no fue de gran trascendencia.
En la ducha
Pero la noche de asaltos de este hombre aún no había terminado. Y ante sus ojos apareció otro chalé, colindante al que se encontraba, también con las ventanas abiertas. Aunque en esta ocasión las luces de la casa estaban encendidas. Pero poco le importó.
Entró en la vivienda por la planta baja de la casa y empezó a subir las escaleras hacia el primer piso. En una de las habitaciones se encontraba la dueña del inmueble. El ruido alertó a la mujer, que se extrañó ya que era muy temprano para que su hijo hubiese regresado a casa. Tampoco podía ser su marido, que en ese momento se encontraba en la ducha.
Ante esta circunstancia, la mujer empezó a gritar y alertó a su esposo, que salió de la ducha desnudo. Vio al ladrón de espaldas que, ante los gritos, abandonaba la casa por la misma ventana por la que había entrado. El hombre le gritó y el ladrón se giró y le preguntó que qué quería, que él no había hecho nada, según contaron fuentes próximas a la investigación.
El dueño del chalé se vistió un pantalón de deporte y le persiguió sin éxito. Un vecino que regresaba a su casa acompañado de su familia también vio al ladrón huyendo hacia la carrera, «pero no me imaginé que había asaltado las viviendas de mis vecinos», aseguró. Se sospecha que al hombre le esperaba un compinche en un coche; de hecho, varios vecinos señalaron que habían visto un Renault Megane sospechoso en la zona.
Tanto el dueño del último chalé asaltado como su vecino coinciden al describir al ladrón como un hombre de unos 40 años, moreno y corpulento, «y posiblemente de la zona». La Guardia Civil investiga los hechos.
«Olvidados»
La Zapateira es una zona de confluencia de tres ayuntamientos: A Coruña, Culleredo y Arteixo. Y a pesar de tener servicios públicos muy diferentes, casi todos los vecinos se quejan de que están «olvidados» y aislados del resto de la población. Sobre todo en lo que se refiere a seguridad. El presidente de la asociación de vecinos de la Zapateira, Juan Sánchez Albornoz, indicó ayer esta situación es cada vez «más preocupante» y señaló que las actuaciones de las policías locales de los tres ayuntamientos no suelen estar coordinadas con las de la Guardia Civil. «A veces, cuando pasa algo por aquí, llegan los agentes y nos preguntan en qué ayuntamiento están, porque no saben a qué municipio pertenece cada urbanización», explicó. Los vecinos de la Zapateira reclaman más presencia policial en esta zona ya que se trata de un ámbito «especialmente vulnerable», como indicó Sánchez Albornoz, dado que la mayoría de las viviendas son chalés con planta baja a las que resulta más fácil acceder. «Este tipo de robos generan una alarma y una preocupación muy grande entre los vecinos, y no es la primera vez que sufrimos oleadas de robos», insistió.