La Ánxel Casal de Santiago, pionera en España, pone medio centenar de «e-readers» a disposición de sus usuarios
27 abr 2011 . Actualizado a las 11:07 h.La Biblioteca Pública Ánxel Casal, de Santiago, es desde ayer mismo una de las pocas bibliotecas españolas, exactamente 15, que cuentan con un nuevo servicio: el préstamo de dispositivos de lectura de libros en formato electrónico. Su directora, Carina Fernández Faya, presentó esta nueva prestación que ofrecerá la Ánxel Casal para, según explicó, «facer accesible a información e a cultura a todos os seus usuarios», objetivo de toda biblioteca pública. Los lectores de la Ánxel Casal, por tanto, ya tienen a su disposición 48 de estos aparatos: 20 para llevarse a su domicilio, 8 para consulta en la sala y otros 20 para los integrantes de sus clubes de lectura.
Pero la novedad del servicio radica en la puesta en funcionamiento, por primera vez en España, de una plataforma elaborada por la Dirección Xeral do Libro e Bibliotecas, desde la que los usuarios podrán descargar ellos mismos, en los dispositivos que se les prestarán, los libros en formato electrónico que aparecen en el catálogo. En ella se incluyen obras literarias en español, inglés, francés y alemán, así como en sitios como el Proyecto Gutenberg y Bivir (Biblioteca Virtual da Asociación de Tradutores Galegos) para la descarga de libros en gallego. En esta primera fase, la mayoría de los títulos serán libres de derechos de autor.
La cultura y la información, como bien destacó la directora, venían utilizando el libro y las publicaciones periódicas impresas, pero desde finales del siglo pasado nuevos soportes electrónicos se vienen abriendo paso, como el CD-ROM o el deuvedé, a los que les sucedió posteriormente Internet. La Biblioteca Ánxel Casal, para no discriminar a los usuarios que no tienen recursos que les posibiliten acceder a estos aparatos, puso en funcionamiento ordenadores para conectarse a Internet, wifi para que la gente con equipos pudiese navegar, y desde este mismo mes prestará ordenadores portátiles a los socios que carezcan de estos aparatos.
«Cada vez tratamos de estar máis ao día no que son as novas tecnoloxías e todos aqueles aparellos ou ferramentas por onde circula a información e a cultura», explicó Carina Fernández. Por todo ello, la Biblioteca Pública compostelana pretende ahora poner el acento en el nuevo modo de acceder a los contenidos.