Losada, en Orillamar, sobre las inauguraciones: «Lo que no se ha hecho en cuatro años, no se hace en dos días»

La Voz

A CORUÑA

28 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una semana después de su reapertura al tráfico, Javier Losada realizó ayer una visita a la calle Orillamar, donde descartó que las restricciones que impone la normativa electoral, que prohíbe las inauguraciones a partir de hoy, haya forzado que se apuren las obras para su presentación. «No me siento obligado para nada a inaugurar -recalcó- porque todo es fruto de una programación y lo que no se haya hecho en cuatro años, no se hace en dos días».

El alcalde, que recorrió la calle acompañado por asistentes asiduos a sus últimos actos público, puso como ejemplo la propia renovación de Orillamar: «Esta -dijo- es fruto de un proyecto nacido hace tres años», de modo que, «no me siento para nada apurado -insistió- porque los cuatro años de brillante gestión no se ven en un día».

A propósito del bulevar de Orillamar, consideró que el proyecto realizado «supone un cambio total en la concepción de la calle», ya que «antes solo tenía coches aparcados y la gente tenía dificultades para trasladarse por las aceras, y ahora hemos cambiado las infraestructuras, el mobiliario urbano, la iluminación, hemos ancheado las aceras, y plantado árboles».

De forma especial, el alcalde recalcó la negociación con los vecinos de la confluencia con la calle Atocha, así como con los comerciantes de la calle Tui para atender sus reclamaciones, que los empujaron a manifestarse, de modo que «hemos hecho una calle a la medida de los vecinos». Sin embargo, no descartó que en los próximos días se realicen «algunos retoques» precisamente para dar respuesta a nuevas peticiones y contribuir, consideró, a que las mejoras ayuden a reactivar el comercio y la hostelería de la zona.

Estacionamientos

Entre las demandas del barrio figura la construcción de un aparcamiento subterráneo en el entorno de la escuela Pablo Picasso, para lo que se han iniciado contactos, a través de Emvsa, con los vecinos interesados.

Algunos de los que ayer asistieron al recorrido del alcalde no dudaron en mostrarle su satisfacción por el resultado de las obras, pero también hubo vecinos que lamentaron algunos aspectos, como la falta de bancos en el jardín frente al cuartel de la Policía Local, e incluso se mostraron muy críticos con la actuación. «É terriblemente feo, desacertado e inútil», dijo una vecina de la calle de la Torre, que lamentó un diseño «pouco operativo», dado que «os buses teñen que pasar a centímetros dos coches e nalgunhas zonas de esquina case que teñen que maniobrar».