Adiós coruñés al Kodachrome

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Un corto sobre la ciudad homenajea a la recién desaparecida película

18 ene 2011 . Actualizado a las 11:34 h.

El pasado 31 de diciembre no solo llegó a su fin el año 2010, sino también una parte de la memoria colectiva del siglo XX. O al menos su soporte, ya que cerró sus puertas en Kansas el último laboratorio de revelado de la película Kodachrome, aquella de vibrantes colores en la que están guardadas imágenes imborrables como las del asesinato de JFK o, desde una perspectiva más modesta pero no menos importante, los bautizos, bodas y vacaciones de un sinfín de aficionados a lo largo y ancho del planeta.

Y es que el Kodachrome tenía y tiene más que seguidores, amantes. Ese es el caso del productor cinematográfico coruñés Ignacio Benedeti, que quiso brindar una sentida despedida a esta película quemando los últimos cartuchos de esta que le quedaban en una breve y colorista pieza sobre su ciudad natal. Un cortometraje que, una vez colgado en Internet, registró más de mil descargas íntegras en su primera semana de exhibición, la mayoría de ellas desde Estados Unidos.

«Es la película en que está recogida en color la historia de lo cotidiano del siglo XX, ya que fue el primer sistema de foto y cine de calidad al alcance no solo de profesionales, sino también de aficionados», describe Benedeti con un tono nostálgico que le empujó a rodar, en sus ratos libres, en solitario y cámara en mano, 2010: La Coruña en Super 8-Kodachrome, un tributo a los 75 años de vida de la película que terminó siendo una misa de réquiem.

Consiguió en el 2009 una serie de cartuchos cargados con esta película, con los que filmó un viaje familiar, «pero me quedó la espina de hacer algo más serio, que superase el mero interés personal. Así que conseguí algunos metros más de película, cogí una cámara que tiene más de treinta años y me dispuse a retratar mi ciudad en este doble homenaje», asegura Benedeti. En el primer plano que rodó para este tributo, el mes de agosto pasado, aparece el cartel de la feria taurina junto a uno de los tranvías: «Quería que quedase claro desde el primer momento que fue rodado en el 2010, en el último verano del Kodachrome, y que no se trata de imágenes antiguas», cuenta el cineasta. Fue esta la secuencia más cara de la película, ya que para rodarla tuvo que dejar su coche en doble fila unos minutos, los suficientes para encontrarse a su vuelta con una multa: «Esto y las tasas de aduanas fueron los principales costes, más caros que el propio revelado o la película en sí», cuenta entre risas.

Pero es el último plano el más significativo, con el sol poniéndose tras la torre de Hércules: «No es solo el anochecer de A Coruña, es el ocaso del Kodachrome», aclara el autor. Entre ambas secuencias, una consecución de planos recorren lugares destacados de la ciudad mientras la voz del propio Benedeti explica las imágenes con una locución sin músicas ni pausas, «como en los viejos informativos de los años 40».