Arquitectos Sen Fronteiras denuncia el abandono de los chabolistas del poblado y el Ayuntamiento dice que los trabajos se hacen «al ritmo que demandan las familias»
22 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.María tiene gripe y no salió de casa. Es la matriarca del poblado chabolista de As Rañas, un asentamiento de 84 personas, 40 de ellas menores de edad, todas de la familia Gabarri Borja. A media tarde de ayer, al lado de una silla a la que no se subió, Esther leyó el Manifesto sobre o poboado das Rañas, promovido por «o conxunto» de dicha familia y la asociación de cooperación para el desarrollo Arquitectos Sen Fronteiras. En un momento de la lectura, la mujer preguntó por el significado de una de las palabras, tras intentar, infructuosamente, que el lector fuera su marido.
«O acordo municipal do ano 2007 de levar a cabo o proxecto de rehabilitación das Rañas, como exemplo do compromiso coa vivenda e o emprego -dice el texto- estase desenvolvendo sen planificación nin previsión real de recursos, sen compromisos asinados, sen transparencia, participación nin consenso coa poboación afectada, sen coordinación con outras entidades nin deferentes concellarías e sen ofrecer formación nin capacitación ás familias implicadas».
Sostiene el texto que tres años después y tras «dun investimento superior aos 600.000 euros» trece familias «seguen vivindo en condicións infrahumanas, á espera de recibir algún apoio municipal, e tan só seis casas se melloraron a través das intervencións do Concello».
Concluida la lectura del manifiesto, que pide «á elaboración a longo prazo dun plan integral de inclusión social», hubo un recorrido por las viviendas, cuyos inquilinos iban explicando la casuística: lleva viviendo un año en un local que amenaza con caerse, una casa que acabó el propio inquilino, padre de cuatro churumbeles, «porque el Ayuntamiento la dejó a medias», una de las tres casas prefabricadas con deficiencias...
Por su parte, desde el Ayuntamiento coruñés indicaron ayer que los trabajos de rehabilitación del poblado de As Rañas «van al ritmo que demandan las familias», puesto que se llevan a cabo en colaboración con ellas y se compagina con el empleo de los vecinos. También indicaron las mismas fuentes que «los únicos interlocutores del Ayuntamiento son las propias familias o el arquitecto Santiago Cirugeda».