«Los niños etíopes son felices aquí porque tienen familia»

Rodri García A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Este cura expuso ayer en A Coruña, y hoy lo hará en Santiago, su labor social con más de 1.500 huérfanos

26 oct 2010 . Actualizado a las 11:49 h.

Pisa Galicia por primera vez. «He tenido que esperar 72 años», bromea este sacerdote natural de Hernani. Tras ordenarse, «nos conocen como los padres blancos», se marchó a África y allí sigue. Ángel Olarán trabaja en Etiopía en una deprimida zona del norte del país en la que ayuda a más de 1.300 huérfanos. Ayer explicó, en el aula de cultura de Caixa Galicia, la realidad de Wukro (la ciudad de 37.000 habitantes donde está) y hoy, a las 19 horas, estará en Museo Pedagóxico de Galicia (c/ San Lázaro, 107) de Santiago hablando sobre el futuro en Etiopía. Antes de esta disertación Ovidio Fernández presentará el tráiler del largo Shoots from Abyssinia, que comenzó a rodar este verano en su viaje a Etiopía. «Na próxima primavera faremos outra viaxe para gravar a segunda parte», apuntaba ayer Fernández.

-¿Cuánto tiempo lleva en África?

-Cuarenta años, y han pasado pronto. Si quieres hacer algo en la vida no lo dejes para mañana, hazlo hoy.

-¿Y en Etiopía?

-Desde 1992. Estoy con una sociedad de misioneros, los padres blancos.

-¿A qué viene a Galicia?

-A agradecer los apoyos que recibimos y hablar de los problemas de allí.

-¿Cuáles son?

-Son problemas de salud, de falta de comida, de educación, de falta de agua. Estamos intentando conseguir que el agua de lluvia que cae sobre Wukro se quede allí. También hay posibilidades de reforestar con poca ayuda económica. Son todos temas de primera urgencia.

-¿Cómo empezó la labor con los huérfanos?

-Vinieron unos vecinos diciendo que cinco hermanos quedaron sin padres y no podían hacerse cargo ni de la comida ni de la escuela. Empezamos a ayudarles y ahora hay 1.300 huérfanos. Muchos padres han muerto jóvenes por el sida, o por alguna guerra; a veces la madre tuvo que comerciar con su cuerpo y acabó teniendo sida. Ahora los antirretrovirales son gratuitos y la gente ya no se muere de sida.

-¿Le sorprenden las adopciones de niños etíopes?

-Me parece muy encomiable el deseo de muchos padres de formar familia con niños de allí. A esos niños los veo felices porque tienen la seguridad de una familia, y eso vale mucho; allí les falta ese apoyo familiar. Es muy gratificante verlos y me dicen muchos padres de aquí que estos niños etíopes tienen un carácter muy fuerte, pero para ganar maratones tienes que tener un carácter muy fuerte.