El ANPA del instituto de Curtis comienza su segunda semana de encierro, después de que la Consellería de Educación decidiese suspender este año el primer ciclo de Electricidad por falta de demanda de alumnos, según confirmó la propia consellería. A pesar de llevar 6 días durmiendo con sus huesos contra el suelo, los integrantes del ANPA mantienen el humor y sobre todo la esperanza de que la Consellería de Educación rectifique su decisión y conceda la autorización excepcional que permita a los alumnos de Curtis continuar con el primer ciclo formativo «como pasó en años anteriores, ya que nunca hubo tanta rigidez en los plazos de matriculación», apuntan los padres.
Ayer por la mañana, algunos miembros del ANPA mantenían a salvo sus posiciones reivindicativas dentro de las instalaciones del centro mientras otros se pasaban por sus casas a asearse y cambiarse de ropa. «Aquí estamos solos; el viernes por la tarde la directiva del instituto se fue de fin de semana y nos hizo responsables del recinto, después de estar toda la semana amenazándonos con que nos iban a desalojar», afirmaron.
El grupo de manifestantes desmintió las declaraciones del director xeral de Educación, José Luis Mira, en relación a que la entrevista que mantuvieron con él en Santiago no tuvo «nada de amistosa ni cordial», como asegura el director xeral, «la verdad es que dijo que nuestros hijos eran poco menos que irrecuperables», afirma Emilia Sánchez, presidenta del ANPA que estuvo presente en aquel encuentro. Igual que la reunión en A Coruña con la xefa territorial, María Teresa Villaverde, «que fue una especie de encerrona porque lo primero que nos dijo fue que este año no se iba a impartir el curso», señala Javier Fernández, portavoz del ANPA.
En cuanto al carrusel de políticos que están pasando por las instalaciones del centro para mostrar su apoyo a los manifestantes, los padres encerrados afirman que «no miramos la afiliación política de nadie y agradecemos los apoyos que nos llegan», sobre todo porque creen que la alcaldía de Curtis «está actuando de portavoz de la consellería en lugar de mediar en esta situación», se quejan. El ANPA asegura que «cerrar el ciclo fue una decisión política» y sigue reclamando una entrevista con el conselleiro de Educación, Xesús Vázquez, «y el alcalde podía hacer más de lo que está haciendo en este asunto», reclaman. Los padres aseguran que es un «desperdicio» que no se reanude el ciclo «porque la calidad de la enseñanza de este centro está muy reconocida y porque ya nos hemos gastado dinero en material escolar y herramientas para los chavales».
Los padres encerrados agradecen el apoyo que están recibiendo de los vecinos de Curtis, que «desde el primer día nos traen comida, café y chocolate», pero a pesar de que el cansancio empieza a hacer acto de presencia, «no vamos a ceder en nuestra protesta hasta conseguir que se reanude de nuevo el ciclo», advierten.