El historiador coruñés presentó anoche su último libro sobre la dinastía
15 oct 2010 . Actualizado a las 11:42 h.Carlos III practicaba compulsivamente la caza y era muy ocioso a pesar de haber pasado a la historia como un rey reformador e ilustrado. Tanto Felipe V como su hijo Fernando VI solo se sobreponían a su depresión escuchando cantar a Carlo Farinelli. Borbonear es un término que designa la habilidad de esta dinastía para la componenda política a lo largo de muchas generaciones. Estas son algunas de las curiosidades que desvela Juan Granados (A Coruña, 1961) en el libro Breve historia de los Borbones Españoles (Ediciones Nowtilus), que presentó anoche en la librería Arenas, un acto en el que el autor estuvo acompañado del profesor de Políticas de la Universidad de Santiago Manuel María de Artaza Montero y Raquel Jiménez, de la editorial.
-¿Por qué esta historia?
-Forma parte de una historia general con más de 50 volúmenes. Es una colección en la que se ha de mantener el rigor histórico y al mismo tiempo, desde el punto de vista divulgativo, hacerlo de una forma amena.
-¿Por qué los Borbones?
-Es mi especialidad desde la faceta de historiador. En este caso hice una serie de diez biografías de los reyes españoles y también del padre de Juan Carlos I que, aunque no fue rey, tuvo un papel muy importante en la transición.
-Ya se ve que es una dinastía que da mucho juego ¿no?
-Sí, se trataba de contar el rico anecdotario, las filias, las fobias, los amoríos y las curiosidades, como que Carlos III era un cazador compulsivo. Es una dinastía que ocupa tres siglos de la historia de España y es interesante ver como se engarzaba su presencia en esa historia.
-¿Es la dinastía más documentada?
-Sí, hay mucha más documentación que de los Austria, por ejemplo, y es una dinastía que se deja escribir, tiene muchos puntos de interés, desde las melancolías de Felipe V a las juergas nocturnas de Alfonso XII. Era gente muy vital, muy campechana.
-Ha escrito también tres novelas históricas, ¿en qué género se siente mejor?
-La novela permite fabular, trascender a la propia historia, es muy divertido poder fabular. Este es un trabajo de historiador aunque no hay que descuidar la pluma, porque hay que ser ameno, tienes menos capacidad de invención. De todos modos, con los Borbones a veces la realidad supera a la ficción; por ejemplo cuando el lector vea como vivía sus últimos años Fernando VI que tenía las uñas muy largas por no cortarlas, ni cambiaba la camisa porque tenía miedo que le envenenaran e incluso guardaba sus heces para arrojárselas a su confesor. Eso ni a Alejo Carpentier se le puede ocurrir.
-Y además es una dinastía que sigue vigente.
-Ahora mismo tiene unos nuevos retos que no son pocos ni fáciles. La monarquía en España ha estado siempre cuestionada por una parte de la población. Algo de verdad tiene eso de que España es moderadamente juancarlista, pero no es monárquica. Habrá que ver cómo va solucionar la sucesión porque tiene muchos retos sin resolver para ser una monarquía del siglo XXI. Parece claro que a Juan Carlos I le sucederá su hijo Felipe, pero luego a ver si el Estado español va a creer conveniente esa forma de continuidad. Los Borbones ya fueron exiliados dos veces y saben que sino convencen España los echa, como ya ocurrió.