Una casa protegida agoniza en Perillo

Bea Abelairas
Bea Abelairas OLEIROS/LA VOZ.

OLEIROS

Imagen de Casa Carnicero, en Perillo, en 1916
Imagen de Casa Carnicero, en Perillo, en 1916 CEDIDA

El chalé Carnicero, construido por el autor del Kiosco Alfonso para el propietario de un vivero de ostras en la ría, sufre desperfectos que pueden terminar en la ruina

29 sep 2010 . Actualizado a las 11:58 h.

En el Plan Xeral de Oleiros el chalé Carnicero goza de una protección «non integral», pero en la realidad esta casa de Perillo está a las puertas de la ruina. Se trata de una vivienda que el arquitecto Rafael González Villar (el autor, entre otros muchos, de proyectos como el Kiosco Alfonso o villa Molina) diseñó para el industrial coruñés Enrique Carnicero Ríos que, además de amigo, era el propietario de un importante vivero de ostras en la ría.

Algunos de los arcos de las ventanas, de gran valor y típicos de las construcciones de González Villar, están muy degradados y es posible que sean ya irrecuperables. El tipo de protección de que goza esta casa en el catálogo municipal incluye la fachada, además de la cubierta, pero no el interior de la vivienda en la también puede haber elementos de gran valor arquitectónico. En cualquier caso, los expertos alertan de que si siguen produciéndose daños en la cubierta el chalé puede estar cerca de la ruina si penetran en la estructura las lluvias del próximo invierno.

Supervisión municipal

«O Concello ten a obriga de esixir os propietarios que arranxen o inmoble», precisa el arquitecto Fernando Agrasar. En el caso de que la casa llegue a estar ruinosa el Ayuntamiento podría tener que autorizar su derribo. Curiosamente el Concello de Oleiros compró otra vivienda de González Villar ubicada a menos de un kilómetro de la casa Carnicero. Se trata de la villa Rialeda, que se ha convertido en la sede de las bibliotecas municipales. Esta era una de las residencias del propio arquitecto, que tenía una relación de amistad con el propietario de la casa ubicada al borde del puente de O Pasaxe. De hecho, ambos recurrieron al mismo notario para registrar sus propiedades, según relata Antonio Garrido Moreno en una publicación monográfica sobre González Villar.

El libro relata que la ubicación de la vivienda a los pies de la ría «era un lugar idóneo» para los negocios. Así, el propietario pasó del cultivo de ostras a la venta de combustible y llegó a ser depositario de la marca Motorina. Hasta hace tres años funcionaba un estanco bar, aunque un atraco y la degradación del edificio obligó a cerrarlo definitivamente.