Negreira matiza: «Es lógico que cada parte fije sus posiciones. Barja ya las debía haber fijado hace años».
22 sep 2010 . Actualizado a las 15:02 h.El duro discurso que eligió José María Barja para inaugurar el curso en la Universidade da Coruña (UDC) ha tenido eco en otros sectores de la sociedad, donde muchos consideran justas las reivindicaciones del rector coruñés para demandar una financiación equilibrada, que evite las diferencias de antaño y que se ajuste a la realidad de la institución académica. Así, el alcalde coruñés se mostró «total y absolutamente de acuerdo con las palabras del rector y de la catedrática de Matemáticas que dio la conferencia inaugural. Tenemos 24.400 estudiantes, estamos a 1.000 estudiantes de la universidad más antigua de Galicia, que es la de Santiago. Nos merecemos la financiación adecuada a esos más de 24.000 estudiantes».
Javier Losada dijo que es vital que la Xunta dote a la UDC de «una financiación que nos permita seguir avanzando y progresando, una financiación que no impida a esta universidad dar lo que da a un área tan importante como la de A Coruña. Deben financiarnos conforme a la realidad, a los proyectos y a las necesidades». Por todo ello, Losada quiso dirigirse al presidente de la Xunta: «Si me lo permiten, tengo que decirle al señor Feijoo que afloje el parné».
Carlos Negreira también se mostró a favor de que la UDC reciba la financiación que le corresponde, aunque matizó que las reclamaciones de José María Barja llegan con cierto retraso. «Estamos en los planteamientos iniciales de un plan, es el calentamiento previo a una negociación. Es lógico que cada parte fije sus posiciones. Barja ya las debía haber fijado hace años. Es tarde si la dicha es buena. Es de agradecer que enarbole esa defensa de la universidad coruñesa», apostilló el portavoz del grupo municipal del PP.
El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, también opinó ayer sobre este tema y declaró que «unha das prioridades que debe ter calquera Goberno é a educación, e a educación superior, por suposto. Aí haberá que investir. Pódese recortar o gasto por moitos sitios, o gasto improdutivo, desde a retirada das tropas de Afganistán ata a supresión das deputacións, miles de sitios para recortar menos no gasto produtivo e no de educación». En el caso concreto de la educación superior, Vázquez insistió en que «as universidades o que se queixan é con razón, porque as súas necesidades financeiras non se ben cubertas, e iso que deberían ser atendidas por un Goberno que prometeu atendelas. Se no caso da Coruña é menor que en outros, a obriga do Goberno galego é equilibrar esas cuestións, pero equilibralas desde a suficiencia dos recursos, non desde a insuficiencia».
Por su parte, el vicerrector de Estratexia e Planificación Económica de la UDC, Ángel Fernández Castro, se mostró muy preocupado porque en la reunión mantenida el pasado lunes sobre el nuevo plan de financiación universitaria «solo se está buscando solución al 5% del plan, pero lo importante es avanzar en el 95%». Reconoció que, por el momento, solamente se ha avanzado en los indicadores para repartir el dinero, pero que esa partida es solo una parte muy mínima de lo que supone todo el documento presupuestario, «que nosotros entendemos como algo global, y dentro de ese todo están esos indicadores», señaló.
Fernández Castro confió en que en la próxima reunión se avance más, «porque estamos muy preocupados por el nivel de desarrollo de la parte sustancial del plan, que es mínima». El vicerrector de la Universidade da Coruña quiso puntualizar que no se trata de una guerra entre las tres instituciones académicas gallegas, sino de darle a cada una lo que se merece, «y de definir de una vez un sistema de convergencia con hechos reales».