Barja reconoce que al campus de excelencia «le falta maduración»

A. Lorenzo / N. Silvosa / E. Silveira A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

10 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El rector de la Universidade da Coruña, José María Barja, habló ayer sobre la decisión del Ministerio de Educación de no seleccionar el proyecto de la UDC entre los que optarán a ser campus de excelencia internacional. En primer lugar, quiso aclarar que esta convocatoria «es un concurso en el que solo escogen a una tercera parte de las propuestas presentadas. Aun así, estamos contentos por el Campus del Mar de la Universidade de Vigo. Nuestro proyecto no fue de los seleccionados, aunque en el acta se nos darán una serie de recomendaciones para mejorarlo».

Barja también reconoció que a la propuesta coruñesa «le falta maduración. Se aprendió que debíamos albergar las tres universidades gallegas y se nos dice que cada uno busque su propia singularidad. Tenemos que mejorarlo para volver a presentarlo, y es lo que haremos el próximo año». Por último, el rector coruñés también admitió que el título de la iniciativa - Tecnoloxías para a sostenibilidade económica, social e medioambiental - era excesivamente largo, pero que su propuesta va a seguir encaminada en la misma dirección: utilizar la sostenibilidad para implicar a todas las titulaciones de la universidad, y también aprovechar la base tecnológica que tienen el 50% de las carreras de la UDC.

A pesar de la buena intención del responsable de la institución académica coruñesa, esta opinión no es compartida por toda la comunidad universitaria. Jorge Teijeiro, ex decano de la Facultade de Ciencias da Saúde y que compitió con Barja por el puesto de rector, criticó la propuesta del campus de excelencia internacional, «porque me parecía muy poco específica. Pretende abarcar muchos campos y le falta más concreción». Este profesor universitario reconoció que los términos que se barajan en este proyecto «son interesantes desde el punto de vista social, pero no es posible hablar conjuntamente de tecnología y medio ambiente o sostenibilidad. Yo creo que un campus tecnológico está muy bien, pero tratar de meterlo en el mismo saco con el medio ambiente no tiene cabida».

También Eduardo López Pereira, presidente del grupo Alternativa Universitaria de Progreso y presidente de la Axencia de Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug), se posicionó en estos mismo términos; y, haciendo un símil futbolístico, señaló que «la Universidade da Coruña cayó en la primera fase del campeonato, pero no es culpa del equipo -como le pasó a Brasil y a Argentina-, sino del entrenador. La UDC tiene condiciones suficientes para tener un campus de excelencia, pero no lo tiene por culpa del entrenador».

Genérico

López Pereira también recordó que este proyecto «arrancó tarde, porque se debía de haber presentado el año pasado. En segundo lugar, es un proyecto malo, porque el título de Campus del Mar o Campus Vida todo el mundo sabe lo que es, pero nadie sabe lo que presentaba la UDC». En este sentido, el presidente de la Acsug explicó que la propuesta coruñesa era demasiado amplia, «y quería abarcar todas las titulaciones, y no se puede complacer a todos. Una universidad no puede ser excelente en todo, hay que apostar por una cosa o por la otra».

El profesor Alejandro Pazos también se sumó a esta corriente crítica, y afirmó que «lo que se hace tarde, normalmente no llega a tiempo, y esto se hizo mal». Al mismo tiempo, afirmó que, en época de crisis es normal que se hayan reducido el número de proyectos seleccionados para convertirse en campus de excelencia internacionales.