Este sábado se inaugura una exposición con imágenes costumbristas del municipio en blanco y negro tomadas desde finales del siglo XIX
30 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Antonio se mira en una fotografía de hace 35 años pero a duras penas se ve. El paso del tiempo le ha castigado los ojos, pendientes ahora del quirófano. «Vexo aquelas casas, pero o de cerca?», dice mientras se apoya en su bastón de carballo. En la imagen que sostiene posa con una cerda en su casa de Cutián (Cesuras) durante el año 1975. El tiempo le ha encanecido el pelo, le ha encorvado el cuerpo, pero ha mantenido fiel el hábito de fumar cigarros liados por él mismo. «Era moi mansiña», dice sobre la cerda que le acompaña en la fotografía. «Acababa de parir e andaba moi débil, eu daquela durmía na entrada da cuadra e ela apoiaba a cabeza nas miñas pernas e non a movía ate que eu me levantaba», recuerda. Esa imagen de la historia particular de Antonio López trascenderá a toda la sociedad local durante este fin de semana a través de una exposición de fotografías de las últimas décadas, un ejercicio no de nostalgia sino de homenaje al pasado y conocimiento para las nuevas generaciones.
Serán solo cincuenta imágenes expuestas, pero Cándido Díaz, fotógrafo natural de Carral y organizador del evento, ha recogido más de ochocientas desde agosto del 2009. «Hay una labor de campo enorme, muchas imágenes se recogieron fuera de Cesuras, incluso hubo que ir a Malpica, donde vivía el que fue cura de la parroquia de Carres», explica Cándido, para quien la exposición pretende ser «un reflejo de todo el municipio, de todos los sectores, de todos los ámbitos». Los visitantes descubrirán así a un emigrante de Borrifáns posando en el puente de Brooklyn en los años treinta, imágenes del Huracán de Cesuras (equipo de fútbol ya desaparecido), o el primer vehículo de Autos Vázquez. Alguna imagen se remonta incluso a finales del siglo XIX.
La mayoría de las imágenes son obra de José Agilda, guardia civil reconvertido a fotógrafo por un problema de salud y que retrató buena parte de la comarca de Betanzos. Agilda, fallecido hace dos años en un atropello, recorría las parroquias en una Vespa, popularizada en sus propias fotos. «Hay muchas de boda en las que los novios se apoyan en su motocicleta», señala Cándido. «Estas fotos duran toda la eternidad, nada tienen que ver con las que hacemos hoy, que quedan olvidadas en cuanto las volcamos al ordenador».
Pero detrás de esta exposición hay demasiado trabajo como para comprimirlo en un solo fin de semana. Si bien se han seleccionado las mejores y más significativas imágenes, Cándido Díaz no ha desaprovechado las 750 sobrantes. Todas han sido incluidas en un DVD que será exhibido a los vecinos en visitas por parroquias. Además, el Concello ha procedido a la creación de un archivo con todo este material al que se le han anexado todos los datos fidedignos para poner a disposición de los vecinos.