Losada comió judías y merluza con tres beneficiarias del servicio municipal que rebaja los menús en 56 locales hosteleros
16 abr 2010 . Actualizado a las 12:31 h.El Mesón Os Castros es un local a la vieja usanza, de comida casera y tradicional, preparada con mimo y a un precio razonable. Pero ese precio -8 euros el menú del día-, supone en muchos casos un techo inalcanzable. Algunos de esos son personas de más de 65 años cuyo presupuesto no da para dejar los cacharros de cocina tranquilos y permitirse el comer fuera de casa sin más preocupación que saciar el apetito.
Ese es el presupuesto sobre el que actúa el programa Talón Restaurante +65, que la concejalía de Asuntos Sociales ha puesto en funcionamiento desde ayer. Un total de 56 restaurantes de diferentes zonas de la ciudad ya lucen el distintivo de local amigo. Este garantiza que cualquier poseedor de los tiques que proporciona el Ayuntamiento puede optar al menú del día con un descuento de 3,5 euros.
El alcalde Javier Losada quiso acompañar a tres de las 80 usuarias del programa. Junto a la concejala del área Silvia Longueira, compartió mesa y mantel en el citado mesón. «No sé lo que nos van a dar de comer, pero seguro que estará rico -auguraba el regidor antes de tomar asiento-. Cada uno pondrá lo que crea conveniente. Nosotros aportamos la subvención y con ello creo que hacemos una gran labor social».
La pizarra del mesón indicaba que los primeros del menú eran sopa de fideos y judías verdes con jamón. En los segundos, por su parte, se podía optar por carne ao caldeiro o merluza a la romana. «A mí póngame judías y merluza», dijo Losada sin pensarlo. «Pues a mí lo mismo que el alcalde», secundó Elvira Cañás, una de las participantes en el programa. Y, tras ella, casi toda la mesa tiró por la misma elección. «¿Y de beber?», preguntó el camarero. De nuevo, el alcalde no se hizo esperar: «Agua, pero agua de Emalcsa, por favor», dijo entre risas, pidiendo también una caña.
En el comedor los habituales del local miraban con simpatía la escena. Uno incluso le preguntó al alcalde si tenía derecho a ese tijeretazo en el precio. «Para poder optar al programa tienen que ser personas mayores de 65 años y que cuentan con unos ingresos mensuales inferiores a los mil euros. Esa es una de las funciones de este programa, facilitar a esas personas la posibilidad de una comida de calidad a un precio asequible».
Pero el regidor también señaló dos aspectos: «Este programa tiene una segunda función, que es la de convivir, la de poder hablar y mantener una actividad, pese a ser personas mayores. Y también el servir de impulso en el sector de la hostelería, ya que con estas iniciativas logramos que en momentos bajos en cuanto a trabajo acuda más gente a los locales y poder así mantener empleo».