«Nos parece muy interesante que nuestro discurso se pueda asociar a Cataluña o España»

J.?B.

A CORUÑA

20 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Pese al carácter soleado de su música el aterrizaje en Galicia de Extraperlo trajo lluvias. «Esta cayendo un chaparrón impresionante», comentaba ayer Borja Rosal, el cantante del grupo, mientras esperaba para la prueba de sonido en la Fábrica de Chocolate de Vigo. Hoy les toca en la sala Le Club (Rey Abdulah, 13), a partir de las 22.30, junto a El Colectivo Oruga. La entrada en taquilla constará 10 euros y anticipada 8.

-El año pasado llegaron a la ciudad con el marchamo de grupo revelación. ¿Cuándo saldrá el segundo trabajo?

-Trabajamos en él. De hecho, mañana tocaremos tres temas que estarán en el próximo disco y tenemos ya dos más que pronto estarán listos.

-¿Qué tiene que pasar para que una canción como «Bañadores» sea un hit que trascienda al «indie»?

-Creo que es un tema de producción. Es decir, Bañadores es una canción tarareable por mucha gente, pero la producción es lo que acerca y aleja del gran público. En el segundo disco queremos que, a nivel de producción, sea mejor.

-Con referentes como The Style Council o Pale Fountains lo lógico es que aspiren a unas producciones perfectas.

-Sí, pero tampoco hay que tomarse esos referentes como algo fijo. Forman parte de nuestro universo, pero seguimos abiertos a todo tipo de música. Por ejemplo, ahora estamos escuchando mucho a Stevie Wonder. No queremos quedarnos en unas solas influencias, sino que hacemos por ampliarlas para enriquecer nuestro discurso propio.

-«Desayuno continental», su debut, coincidió con el bum afropop de Vampire Weekend. Muchos medios los asociaron a esa corriente. ¿Qué piensa de ello?

-Representa un porcentaje no muy extenso de nuestra música. Igual que ellos, escuchamos grupos africanos de los setenta para liberarnos un poco de ciertos dejes que teníamos a la hora de hacer música. Ahora estamos muy interesados en coger influencias españolas. Aleix, por ejemplo, no deja de escuchar música tradicional catalana o discos de María del Mar Bonet.

-¿Tienen interés por cambiar esa idea que asocia a los grupos «indies» con franquicias anglosajonas?

-A nosotros nos parece muy interesante que nuestro discurso se pueda asociar a Cataluña o España. Últimamente estamos muy metidos en esa idea. Cuando te escucha gente de fuera y les gusta tu música te comentan: «Suena como español». Conseguir reivindicar la música de aquí, de España, de Cataluña o Mallorca, para fuera me parece muy interesante. Y, por supuesto, para España también.

-Tiene una voz muy particular. ¿Le costó encontrarla?

-Antes yo cantaba distinto, pero curiosamente era cuando más impostaba la voz. La encontré cuando me puse a cantar de un modo más natural. Ahora ya casi hablo igual que canto [se ríe].

-Eso sí, no deja de chocar su modo de cantar, un tanto tristón en medio de una música colorista. ¿Les gusta jugar con ese contraste?

-Sí, nos parecía interesante al grabar el disco, pero ahora estamos en un proceso en el que, a la hora de la producción, trabajamos para que esos dos mundos se concilien. No quiero que la voz dé esa sensación de ser tan extraña. En un estudio se pueden hacer cosas que antes no concebíamos, pero que ahora usaremos.