Empiezan a soldar el tubo con el que se regenerará la arena de la playa del Orzán

A CORUÑA

Demarcación de Costas calcula que en un plazo de 4 a 6 semanas se terminará la regeneración de esa playa

16 mar 2010 . Actualizado a las 15:38 h.

El gran tubo por el que se introducirá la nueva arena a la playa del Orzán empezó ayer a tomar forma. Los operarios de la obra de regeneración de los arenales coruñeses iniciaron los trabajos de soldadura. Debido a las dimensiones de los tubos de acero y su gran peso estos tuvieron que hacerse con palas. En primer lugar, estas removían la arena haciendo montículos. Luego, colocaban los tubos sobre ellos, uno tras otro, para que encajasen.

Estos trabajos se extenderán durante toda la semana hasta terminar la extensión del tubo. Medirá 500 metros. Uno de los extremos se colocará de modo fijo en una draga en el mar y por él se introducirá la arena. El otro se moverá a lo largo del arenal para poder extender la arena en diferentes zonas.

El 90% del tubo es rígido y solo en el primer tramo de cada uno de los lados será de carácter flexible para poder facilitar las maniobras. Pese a que estaba previsto que la nueva arena ya se empezase a depositar en el Orzán esta semana, no se hará hasta la que viene. El tubo inicialmente se instalará al lado de la fuente de los surfistas, moviéndose en los días posteriores.

La nueva arena actualmente está almacenada en el puerto de A Coruña y en el de Ferrol. Se trata de un total de 250.000 metros cúbicos de arena que se repartirán entre Riazor, el Orzán y el Matadero. Procede de Vimianzo y ha sido lavada en dos ocasiones.

Para el transporte de la arena la draga tendrá que hacer una medida de cuatro viajes diarios. En cada uno se transportarán 1.400 metros cúbicos, con lo que se prevé un transporte de unos 6.000 metros cúbicos diarios. En el caso del Orzán, se baraja una previsión de 4 a 6 semanas. El total del trabajo se calcula en tres meses.

Gran expectación

La espectacularidad de las obras de soldadura y el buen tiempo hizo que cerca de un centenar de personas siguieran la evolución de los trabajos. Apoyados en la balaustrada del paseo marítimo, opinaban sobre la conveniencia o no de ampliar el arenal de la playa. «Eu estou xubilado, agora o meu traballo é este», comentaba uno de los espectadores entre risas.