Una tormenta apaga el radar luminoso instalado en la entrada de la ciudad

La Voz

A CORUÑA

11 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La calavera floral situada en una zona verde próxima a la calle Castiñeiras ha traído mala suerte a lo que suponía la última novedad en la ciudad para intentar reducir la velocidad de los turismos: la señal luminosa de Alfonso Molina.

Estaba en pruebas y no superó la semana de vida. Sufrió una avería debido a una tormenta y dejó de funcionar y con ello de alertar a los conductores de si realmente cumplen la norma de no superar los 50 kilómetros por hora al acceder al casco urbano. El Ayuntamiento aseguraba ayer que los técnicos están intentado subsanar el problema, pero no dieron una fecha de cuándo podría volver a activarse. Esta señal era una de las iniciativas paralelas a que esta semana la ciudad acoja el Consejo Europeo de Transportes y lo que se pretendía es que el panel sirviera para registrar, las 24 horas del día, el número de vehículos que entran a la ciudad por el viaducto de Linares Rivas, así como la velocidad a la que acceden.

La señal, con números que varían de una manera constante, alertaba con luces verdes, rojas o con destellos rojos a qué velocidad circulaban los turismos. Solo se mantenía en verde si no se superaba los 50, porque en cuanto se llegaba a esa cifra se tornaba roja y si se superaban los 75 o 80 emitía destellos rojos.