Atropellados dos peatones en una parada de bus de Alfonso Molina

La Voz

A CORUÑA

Un coche arrolló la marquesina tras chocar con otro automóvil que estaba parado en la avenida

18 ene 2010 . Actualizado a las 11:57 h.

Dos personas, Ramón B.?P., de 33 años, y María Cristina P.?B., de 36, resultaron ayer heridas de diferente consideración en un aparatoso accidente ocurrido de madrugada en la avenida de Alfonso Molina, ya que ambos fueron arrollados por un vehículo cuando se encontraban en la parada de bus situada frente al concesionario Seat.

El siniestro se produjo pasadas las 5.20 horas en dirección entrada a la ciudad, en el kilómetro 2,2 de la AC-11, cuando, según la Guardia Civil de Tráfico, el Citröen C4 de matrícula 5473 DKB se salió de la vía por la margen derecha. El conductor perdió el control y chocó contra otro vehículo, un Opel Zafira de placas 5622 GCY, que en ese momento estaba parado en la avenida, y se llevó por delante la marquesina, en la que se encontraban los jóvenes.

Al lugar del suceso se desplazó una ambulancia de Cruz Roja, que trasladó con contusiones al hombre, además de la uvi móvil del servicio de emergencias extrahospitalarias del 061. Ambos heridos fueron conducidos al servicio de urgencias del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña y, aunque inicialmente sus lesiones parecían leves, la mujer permanecía ayer por la tarde en el centro sanitario con un traumatismo craneoencefálico, pendiente de pruebas y de su evolución, bajo observación médica. Su pronóstico era reservado.

Al parecer, según miembros de los equipos de emergencia, el accidente se produjo cuando la pareja que estaba en la parada conversaba con los ocupantes del Opel, que se había detenido en las inmediaciones de la marquesina.

En la colisión no sufrieron daños ninguno de los conductores o los pasajeros de los automóviles implicados, y no precisaron asistencia médica ni el ocupante del Citröen ni las tres personas que viajaban en el Opel, que resultaron ilesas, según informó Tráfico.

Testigos del suceso comentaban ayer la fortuna de que las consecuencias del impacto no fuesen mayores ya que, a juzgar por el estado en el que quedó la marquesina acristalada, todo apuntaba a daños de mayor consideración. Con la colisión se levantaron los anclajes de la estructura metálica, cuyos restos permanecían tumbados ayer por la tarde en la cuneta de la avenida de acceso a la ciudad.