«La importancia de la Universidade da Coruña no se ve reflejada en la cuantía económica de los presupuestos». De esta forma explicaba ayer Antonio Abril, presidente del Consello Social de la UDC, la necesidad de contar con un mayor apoyo por parte del Gobierno autonómico, que en las cuentas de esta entidad para el 2010 ha bajado su aportación en un 5,4%. De hecho, según las previsiones que estableció la propia Xunta en su plan de financiación para el sistema universitario gallego 2005-2010, la institución académica coruñesa dejará de percibir en el próximo ejercicio cerca de 15 millones de euros que se habían calculado en un primer momento.
«Los presupuestos presentados ayer -por el jueves- son los mejores entre los posibles, porque se han hecho desde la austeridad, la prudencia y el realismo. Tenemos que insistir en que, a pesar de ser unos presupuestos de crisis, tienen que ser de transición, puesto que son los últimos que se incluyen dentro del plan de financiación diseñado por la Xunta», añadió Abril. El incremento del número de alumnos (el ingreso de estudiantes creció un 6% en este curso), la adaptación al espacio europeo de enseñanza superior y todos los cambios que esto conlleva, el necesario impulso a la investigación y a las infraestructuras, son cuestiones de suficiente importancia para que la UDC pueda contar con un presupuesto acorde a sus necesidades.
Para ello, el presidente del Consello Social anunció que, a la hora de negociar la nueva financiación autonómica universitaria, «habrá que hacer valer todos estos argumentos para que se reciba una financiación adecuada». Además, reconoció que la UDC tiene que buscar nuevas fuentes de ingreso, fundamentalmente a través de dos vías: convenios y contratos con empresas -«algo que es indispensable para mejorar la relación entre la universidad y la sociedad»-, y acudir a concursos competitivos de administraciones públicas para proyectos de investigación, desarrollo e innovación.