El Parlamento Gallego no ha admitido a trámite la iniciativa legislativa popular que pretendía lograr la cooficialidad del topónimo gallego y castellano de A Coruña. Impulsada por la formación Unión Coruñesa, buscaba la modificación de la Lei de Normalización Lingüística para que el topónimo admitiese como oficial tanto la forma A Coruña como La Coruña.
La Mesa de la Cámara ha argumentado que la ley que se pretende modificar pertenece al desarrollo básico del Estatuto de Autonomía. Por tanto, expone el órgano, necesita la mayoría absoluta en una votación de la totalidad de los miembros del Parlamento.
La reacción dentro de Unión Coruñesa no se hizo esperar. Su presidente, Carlos Marcos, aseguró que con esa resolución «los coruñeses quedan condenados a la imposibilidad de defender el honorable nombre de la ciudad». Además de calificar el dictamen como «etéreo» y que «se coge con alfileres», sostiene que, la Mesa de la Cámara persigue que la formación opte por plantear un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que eternizaría el procedimiento hasta caer en el olvido.
Por ello calificó la decisión como política e indicó que «la sociedad coruñesa ha sido amordazada por el PP, el PSOE y el BNG porque no aceptan el debate y no les importa la realidad». Marcos cargó las tintas de manera especial contra Carlos Negreira. «Su paripé en el pleno de La Coruña fue un mero engaño a los ciudadanos coruñeses. ¿Cómo si no se explica que si defendió aquello en el pleno ahora su partido con mayoría absoluta nos niegue la posibilidad de expresarnos en el Parlamento?». También aludió a Feijoo: «Pedía un gran acuerdo en La Coruña para debatir la cuestión y ¿qué mejor acuerdo que una recogida multitudinaria de firmas para que se de cuenta y pueda palpar la realidad de La Coruña con este tema?».
Lluvia de eles en la Xunta
A partir de la próxima semana Unión Coruñesa emprenderá una campaña que persigue el envió masivo de postales alusivas al tema a Núñez Feijoo. Con el lema «Por La Coruña con L de Libertad», se imprimirán 100.000 tarjetas con el presidente como destinatario. Cada una de ellas necesita su correspondiente sello y, para incentivar la participación, por cada diez sellos aportados, Unión Coruñesa regalará una botella de aceite de oliva virgen en cuya etiqueta pone un La alusivo a la polémica. El aceite, explicó Marcos, lo donó «un empresario andaluz afincado en la ciudad de forma anónima».