Un coruñés dibuja el universo del cantautor Nacho Vegas

A CORUÑA

El pintor Pablo Gallo ha ilustrado la reedición de «Política de hechos consumados», el primer libro del músico asturiano

27 nov 2009 . Actualizado a las 10:34 h.

Cuando a finales de los noventa el asturiano Nacho Vegas se desligó de la que era su banda, Manta Ray, pocos podían prever que su trayectoria alcanzara las cotas de excelencia que ha demostrado durante esta década. El particular relato que guía su música ha ido enamorando, poco a poco y lentamente, a cientos de personas hasta convertirse en una referencia clave del rock contemporáneo. En A Coruña, por ejemplo, su primer concierto lo dio en el 2001 en la sala Mardi Gras ante medio centenar de personas. El último, la primavera pasada, tuvo lugar en un Teatro Colón que había agotado el papel con varios días de antelación.

Entre esos fans se encuentra el pintor coruñés Pablo Gallo. «Es uno de los músicos españoles que más me gustan y me encanta su directo», explica. Precisamente, a la vuelta de uno de sus conciertos, Gallo realizó un dibujo que enamoró a los responsables de Limbo Starr, la discográfica del cantautor asturiano. «Suelo hacer una especie de diario gráfico en Internet con dibujos y retraté a Vegas», comenta el pintor. Ese dibujo hoy luce en la portada de la reedición de Política de hechos consumados, un libro de relatos, monólogos y poemas que Vegas editó en el 2004. El sello del músico lo recupera en una lustrosa edición con dibujos de Gallo.

«Me gustan, son inquietantes», dijo Vegas tras verlos y pedir que todos fueran incluidos. Gallo, que previamente solo contaba con la ilustración de la portada, le dedicó tres días de trabajo y sumersión total en el descarnado mundo de Vegas. Un universo de renglones y metáforas que muestra el lado sombrío de la vida. «Estuve escuchando sus discos y leyendo los textos. Si te metes en ellos te impregnas. Es una parte que todos tenemos y la suya resulta muy atractiva. Su música y sus textos te sugieren muchas imágenes y piden que las ilustres».

En el proceso, Gallo creó con total libertad («ni el autor ni la editorial vieron ni me dijeron nada hasta que estuvo terminado») y trazó un universo iconográfico que se funde a la perfección con la literatura de Vegas. Ello empieza por la técnica elegida: «Empleé plumilla y tinta china, que da aspecto de grabado, algo muy duro que conecta con la crudeza de los textos». Y continúa con el contenido: «Hay muchos elementos marinos que salen en sus canciones. Luego, todos esos corazones, venas, etcétera son porque en su mundo existe mucha visceralidad y casa muy bien con ello».

El resultado es un libro coqueto e imprescindible para los seguidores del músico. ¿Habrá más experiencias similares en el futuro? «Por ahora no», comenta Gallo, que trabaja en un proyecto en el que Nacho Vegas le devuelve la intervención. Se llama El libro del voayeur y 65 personas escriben un relato erótico que Gallo interpreta. «Aún no hay fecha de salida», dice.