Losada recalca su intención de eliminar «cualquier simbología del horror» en la ciudad

La Voz

A CORUÑA

26 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El alcalde, Javier Losada, se pronunció ayer sobre el hallazgo del mausoleo nazi en el cementerio civil de San Amaro para señalar que en estos momentos los servicios municipales estudian el descubrimiento y analizan además las alternativas sobre su destino final, con el objetivo de «ver cómo se puede arreglar y retirar».

Aunque el regidor insistió en que habrá que esperar a que se pronuncien los técnicos, recalcó también que «evidentemente, todas las intenciones son que no exista en esta ciudad ninguna simbología que lleve a alentar algo de lo que todos estamos horrorizados».

Una vez tomada la decisión, la ejecución del derribo dependerá de las condiciones en las que se pueda llevar a cabo la destrucción del panteón alemán, en uno de cuyos laterales figura tallada una esvástica semioculta tras los nichos. «Vamos a esperar a ver qué dicen los técnicos, porque a lo mejor hay que tirar todo el muro», señaló el alcalde.

La solución técnica dependerá de la planificación que realicen los equipos municipales, que, además, «tendrán que ver el coste, la contratación de los trabajos, la adjudicación...», añadió el regidor coruñés.

La postura del alcalde viene a coincidir con la manifestada por su socio de gobierno, en nacionalista Henrique Tello, y responde a la demanda de la Comisión pola Recuperación de la Memoria Histórica, que el lunes reclamó al gobierno municipal la retirada urgente de San Amaro de la cruz gamada. En su demanda, la comisión que preside Manuel Monge también había puesto de manifiesto la incongruencia de que se mantuviese la esvástica justo en un lugar en el que se encuentran enterradas personas que habían luchado contra el fascismo.