El consejo directivo decidió anoche que la multinacional de Chicago saneará por si misma su filial alemana
04 nov 2009 . Actualizado a las 11:42 h.El consejo de administración de la automotriz estadounidense General Motors (GM) decidió ayer que finalmente no venderá su subsidiaria alemana Opel, según confirmó el grupo en su sede de Detroit poco antes de la medianoche, hora española.
En principio estaba previsto que GM vendiera Opel y sus demás subsidiarias europeas al fabricante austrocanadiense de componentes automovilísticos Magna y a su socio ruso, el banco Sberbank.
Tras su cambio de decisión, el grupo estadoundiense automovilístico pretende sanear por si mismo el negocio europeo y presentar un plan al respecto tanto al Gobierno alemán como a los de los países en los que existen factorías de la marca, entre otros España.
Los costos de la restructuración analizados por el consejo de administración de GM serían de 3.000 millones de euros (4.414 millones de dólares), según declaró su presidente, Fritz Henderson.
En el pasado mes de septiembre, el consejo de administración de General Motors había recomendado la venta de la mayoría de Opel a Magna. Ayer volvió a ocuparse del tema, después de que la Comisión Ejecutiva de la Unión Europea hubiese expresado sus reparos a la decisión inicial que puso en marcha el traspaso a Magna.
Reticencias en Europa
El órgano comunitario solicitó una aclaración por escrito de que el voto a favor de Magna obedecía a razones puramente económicas y no por presión política. El Gobierno alemán había asegurado ayudas por 4.500 millones de euros, que tenían que ser autorizadas por la Comisión Europea y varios países de la UE con plantas de producción de Opel, entre ellos España, expresaron el temor de que las ayudas beneficiasen en primer lugar a las fábricas alemanas de la marca. La operación había encontrado una especial oposición en España y el Reino Unido, que no estaban conformes con la propuesta del fabricante austro-canadiense y estaban haciendo lo posible por retrasar la operación.
No obstante, las negociaciones de la venta de GM a Magna estaban tan adelantadas que los futuros nuevos propietarios de Opel ya llevaban semanas negociando con las factorías europeas de la marca los planes de reestructuración, y en especial el número de despidos, proceso interrumpido anoche bruscamente tras el comunicado desde Chicago.
Ayer mismo, el comité de empresa de la planta de Figueruelas (Zaragoza) y la dirección de la factoría mantuvieron un breve encuentro para abrir el proceso de negociación del plan de ahorro que iban a tener que asumir los trabajadores con la firma de un memorando en el que se aceptaba el preacuerdo con Magna.