González Garcés presentó el cartel del Noroeste Pop Rock y se santiguó. Sabía que la elección de los cantantes o grupos le podría dar algún que otro disgusto. Y se lo dio. Sabía que era un riesgo meter a Raphael o El Consorcio en un festival tradicionalmente dirigido a un público joven. Aún así lo hizo. Y le salió bien. Tan bien, que ahora se muestra «jubiloso y feliz». Ahora ya puede decirlo: «quedó demostrado que era un buen cartel, pues durante los tres días del festival se reunieron en la playa alrededor de 110.000 personas», lo nunca visto en los 23 años de historia del Noroeste pop rock. Lo dice un concejal de Fiestas, que cree que el éxito radicó en que se buscó un programa dirigido a todas las edades. Así, «el primer día, con la Unión, Hombre G y Calle 13 acudió un público entre joven y maduro; el segundo, con Raphael y El Consorcio, era principalmente mayor, y por último, el tercer día, los conciertos iban dirigidos a la juventud». De esa miscelánea salió el Noroeste «que más público reunió». El edil, satisfecho, resume que «se ha logrado la meta de llegar a todas las edades, a todos los públicos, por lo que, por mi parte, el objetivo está cumplido».
Garcés reconoce que nunca llegó a pensar en alcanzar esa cifra de asistentes. Cuando anunció el cartel, el concejal de Fiestas, «siendo optimista», creyó que no se pasaría de 60.000. Y «al final resulta que casi se duplica la expectativa».
Sobre el futuro, sobre si en el próximo Noroeste volverá a escucharse canción ligera, el concejal no quiere mostrar sus cartas. «Todavía queda mucho. Ya se verá», se limitó a contestar. Añade, eso sí, que estaba «convencido» de que artistas de la talla mundial de Raphael «había que ofrecerles un gran espectáculo al que pudiesen acudir más de 40.000 personas».
El concejal también quiere destacar el agradecimiento de todos los artistas: «sin excepción, alabaron el magnífico marco natural, la impresionante afluencia de público y el sonido. Hay que felicitar a los técnicos porque se podía escuchar desde la coraza del Orzán».